La ampliación de la autovía de Toledo regalará un carril propio para los autobuses

Alrededor de los altos hornos de Aristrain, en la autovía de Toledo, las máquinas remueven el terreno desde hace semanas. Se trata de las obras de ampliación de esta carretera, la N-401, que va a tener un carril más, así como un rcorredor destinado sólo a los autobuses. El consejero regional de Transportes, Julián Revenga, explicó el miércoles en Getafé (143.500 vecinos) que "la N-401 contará con un tercer carril entre Getafe y la intersección con la M-40; a partir de ahí se construirá un carril bus que llegará hasta la plaza Elíptica". La novedad de este último radica en que transcurrirá por los laterales de la calzada y no por el centro, tal y como se ha diseñado el carril de la N-VI (La Coruña).En cualquier caso, este tramo destinado a mejorar el transporte público no se ha definido aún. Tampoco han comenzado a ejecutarse el resto de los carriles bus previstos en el plan de carreteras firmado por la Comunidad y el ministerio. Estos estaban dibujados en la autovía de Burgos, en la N-IV (Andalucía) y en la carretera de Extremadura. En el nuevo plan de carreteras, sólo sobreviven los dos primeros.La obra, del Ministerio de Transportes, necesita una inversión global de 2.500 millones de pesetas y un plazo de finalización entre 18 y 24 meses. Por ahora, Transportes ha adjudicado la construcción del tramo que transcurre. entre los kilómetros 6 y 11 de la carretera (entre Orcasitas y Getafe), cuyo presupuesto es de 541 millones de pesetas.Desde la glorieta Elíptica hasta el kilómetro 9,3, la ampliación se realiza por la mediana, ya que en este tramo tiene la anchura suficiente para ello, mientras que desde este punto citado hasta Getafe el ensanchamiento se realizará por el exterior. La obra incluye modificar una pasarela peatonal en el kilómetro 10,9.