Una nueva generación más violenta se impone en ETA
El Ministerio de Justicia e Interior sospecha que ETA va a iniciar una escalada terrorista, tras asesinar el pasado mes de enero al líder del PP en Guipúzcoa Gregorio Ordóñez. La policía cree que en la dirección de la organización terrorista, y en el complejo entramado político que la sustenta, se ha impuesto una nueva generación dispuesta a demostrar su fortaleza a través de acciones criminales.El ministro Juan Alberto Belloch, que a su cartera de Justicia unió hace nueve meses la de Interior, ha obtenido importantes resultados en la lucha contra ÈTA. El mayor de ellos la captura del supuesto número dos de la banda, Félix Alberto López de la Calle Gauna, Mobutu, capturado el 17 de noviembre en Tolón (Francia).
Un día más tarde, la policía autónoma vasca se apuntó un éxito al desmantelar al comando Vizcaya horas después de que éste hubiera intentado asesinar al sargento del Ejército José Luis Carollo. La Guardia Civil asestó un último golpe a ETA al retirar de la circulación al comando Nafarroa, entre cuyos planes figuraba atentar contra Gabriel Urralburu, ex presidente socialista de la comunidad foral.
El asesinato de Gregorio Ordóñez en el casco viejo de San Sebastián, a fines del pasado enero, ha desatado cierta convulsión en Herri Batasuna, coalición en la que no ha sido frecuente escuchar voces discordantes. Una de las más significativas ahora ha sido la de Julen Madariaga, uno de los históricos fundadores de ETA, que ha solicitado la baja en HB por mostrarse en desacuerdo con el atentado que costó la vida al dirigente del PP. Pero expertos antiterroristas, e incluso el presidente del Gobierno, han pedido que no se echen las campanas al vuelo sobre la importancia de la disidencia surgida en el entorno político de ETA.
De hecho, varios de los disidentes tenían hoy poco peso en el conglomerado etarra, dominado ahora por KAS, según fuentes policiales. La nueva generación que se ha hecho con el poder en ETA se caracteriza por su juventud y sus deseos de "dar duro".
Interior, cuya principal asignatura pendiente es la captura del sangriento comando Madrid, teme una ofensiva etarra contra policías militares e, incluso, dirigentes políticos.
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