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Un juez libera a tres neonazis, pero les prohibe asistir a cines, teatros y espectáculos públicos

Un juez de Castellón ha dejado en libertad provisional a tres neonazis acusados de lesiones y desórdenes, pero les ha prohibido acudir a locales públicos, cines y teatros. El auto del juez, sin precedentes en España, establece una fianza de dos millones de pesetas para dos inculpados. Un cuarto integrante de la banda tampoco podrá ir a centros de diversión: el magistrado ha decidido mantenerle en prisión sin fianza hasta el el juicio, que se celebrará el mes próximo. Josep Lluís Albinyana, primer presidente del Consell preautonómico valenciano, es el magistrado autor de esta decisión.

Josep Lluís Albinyana, actualmente juez de instrucción y primera instancia en Castellón, decreta la libertad con fianza de dos de los acusados "con la obligación adicional de comparecer ante este iuzgado los sábados de cada semana, y cuantas veces. fueren llamados". Y añade: "Con la prohibición, además, de frecuentar espectáculos públicos o lugares de esparcimiento en donde se produzca concentración de personas".Un tercer acusado, de 17 anos en el momento de suceder los hechos que se les imputan, ha quedado en libertad sin fianza, pero tampoco podrá asistir a espectáculos públicos. El cuarto inculpado permanece en prisión incondicional. El cumplimiento de la decisión del juez es ciertamente difícil de controlar. Sin embargo, si alguno de los afectados participa en nuevos altercados en locales públicos, el magistrado podría reformar su auto y decretar la prisión incondicional.

Esta banda provocó, presuntamente, graves incidentes el pasado verano en la localidad castellonense de Benicàssim. Sus integrantes son skinheads (cabezas rapadas). "Ostentando todos ellos datos externos demostrativos de su afinidad con uno de los grupos urbanos generadores de violencia", en palabras del fiscal, agredieron e insultaron a personas que se encontraban en locales de copas.

"Rojas mariconas, venid aquí si tenéis cojones" gritó uno de ellos, según el ministerio público. Después clavaron una navaja en el brazo de un joven y golpearon con una botella a otro. Por estos hechos, el fiscal pide nueve años de prisión para Francisco Javier Ortí, a quien considera el líder del grupo. La acusación se extiende a Guillermo Arteseros y a Jorge Pardo en calidad de cómplices. Para ellos reclama un año de privación de libertad. El cuarto acusado, menor de edad civil pero no penal, sólo se enfrenta a una multa de un millón de pesetas. Un hermano de Jorge Pardo ya fue condenado hace unos meses en Valencia por golpear salvajemente a un homosexual en plena calle. "Mira cómo grita la maricona", oyó la víctima mientras recibía patadas y puñetazos. La ofensa cometida por el agredido consistió en no responder al saludo fascista que le dirigieron tres jóvenes. Sólo uno de ellos pudo ser identificado y condenado.Los hechos, que serán juzgados el próximo mes de marzo en Castellón, se produjeron en la madrugada del 20 de agosto de 1994. Los incidentes comenzaron en las inmediaciones del bar Kalor de Benicássim. Los acusados, siempre presuntamente, golpearon allí a un joven, que no ha sido identificado. Posteriormente, sobre las dos y cuarto de la madrugada golpearon con una botella a otro joven. Después insultaron a las personas que tomaban copas en los locales de la zona. "Moros" y "rojos de mierda" fueron algunas frases pronunciadas aquella noche.

Después, Francisco Ortí sacó "una navaja, o similar, de grandes dimensiones". De acuerdo con la versión del fiscal, se dirigió de forma amenazante hacia varias personas. Finalmente, clavó el arma en el brazo de un joven que atendía al herido por el botellazo. El herido necesitó tratamiento hospitalario y pueden quedarle secuelas.

El ministerio público reclama que los acusados indemnicen a la víctima del navajazo con 7.000 pesetas por cada día que tardó en curar de sus heridas, y que deberá determinarse durante el juicio oral. Si se demuestra que sufre secuelas, el fiscal pedirá otra indemnización adicional. También deberán pagar 49.000 pesetas a la víctima del botellazo si prosperan las tesis del ministerio público.

Las agresiones neonazis en el País Valenciano se han incrementado en los últimos años. El momento más grave fue el asesinato, también en la provincia de Castellón, del joven antirracista Guillem Agulló. Cinco personas permanecen en prisión por este hecho, a la espera de juicio en la Audiencia Provincial de Castellón.

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