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GUERRA EN EL CAÚCASO

Yeltsin destituirá a Grachov y Stepashin, según 'Izvestia'

El ministro de Defensa ruso, Pável Grachov; el director del Servicio Federal de Contraespionaje, Serguéi Stepashin, y dos vicejefes de Gobierno serán destituidos próximamente, antes del mensaje del presidente, Borís Yeltsin a la nación, previsto para mediados de este mes. Así se asegura en una información publicada ayer en la primera página por el diario liberal Izvestia. La causa de la caída de estos altos dirigentes sería, naturalmente, la crisis desencadenada por el conflicto de Chechenia.El papel del ministro de Defensa en la guerra de Chechenia es el más criticado en el Kremlin, según Izvestia. "La gente que tiene posibilidad de dar personalmente su opinión a Yeltsin consideran que Grachov cometió, como mínimo, dos errores sumamente serios: orientó al presidente a una victoria rápida en Grozni y, con ello, neutralizó, en él su sentido del peligro", asegura el diario.

Además, Grachov "desorientó al Ejército, que tenía un conocimiento insuficiente sobre las dificultades de la operación planeada, por lo que los comandantes no pudieron preparar en la forma debida a sus unidades", escribe el diario, que agrega: "Si se hubiera aplazado en dos o tres meses la operación se hubiese podido realizar de una forma profesional. Recordemos que Grachov, después del fallido intento de la oposición con la participación de tanques rusos de tomar Grozni a fines de noviembre del año pasado, declaró que a él le bastaría un regimiento de paracaidistas y dos horas para terminar con el problema checheno. Y el 11 de diciembre, el día en que las tropas rusas comenzaron la intervención militar contra Chechenia, el ministerio anunció que éstas bloquearían completamente Grozni el mismo día a las dos de la tarde, tarea que nunca cumplieron. Además, el ministro cometió el último día del 1994 el mismo error que había criticado a la oposición en noviembre y entró con sus tanques hasta el centro de la capital chechena, sufriendo una derrota en la que perdió cientos de hombres y blindados".

Por su parte, el director del diario progresista Moskovski Komsomólets, Pável Gúsev, envió a la fiscalía una declaración, publicada ayer, en la que exige que se procese a Grachov como responsable de la muerte tanto de civiles como de los reclutas rusos en Chechenia.

Hospitalizado

Grachov está actualmente hospitalizado, haciéndose un "examen de rutina" planeado con anticipación, según las explicaciones oficiales. Pero resulta extraño que en medio de una campaña militar el ministro de Defensa decida someterse a una revisión que podría aplazar, por lo que su hospitalización es interpretada por algunos observadores como un preludio a su destitución.

Además de Grachov, según Izvestia, caerá también Stepashin, el jefe del Servicio Federal de Contraespionaje (SFC) -el sucesor del temido KGB -soviético-, por las mismas razones que Grachov. El SFC fue el organismo que contrató a los militares que manejaron los tanques en el fallido intento de la, oposición para tomar Grozni en noviembre, y más tarde presionó para que Yeltsin se decidiera por enviar tropas a Chechenia.

El periódico no cita a los vicejefes de Gobierno candidatos al cese, pero no cabe duda de que uno es Nikolái Yegórov, que ya fue liberado de su puesto de jefe de la Dirección Territorial de los órganos Federales en Chechenla y que actualmente, como Grachov, se halla hospitalizado.

El segundo podría ser Serguéi Shajrái, ex ministro de las Nacionalidades, que ha seguido supervisando las relaciones con Chechenia y que últimamente ha acusado a Ingushetia de proteger al líder checheno, Dzhójar Dudáiev. El ministro de Hacienda, VIadimir Panskov, también fue hospitalizado ayer para ser intervenido de una úlcera.

La guerra de Chechenia resonó ayer en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que decidió "suspender" el proceso de adhesión de Rusia. Tras un largo debate, los diputados descartaron la entrada de Rusia por el "uso indiscriminado y desproporcionado" de la fuerza contra la población civil chechena, lo que implica "una grave violación de los principios generales del Consejo de Europa".

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