El fiduciario
Lasegunda definición del diccionario de la lengua española sobre el término fiduciario es básica para entender las relaciones con Mario Conde y Banesto que ayer pintó Jacques Hachuel ante el juez García-Castellón y el fiscal Orti en su primera declaración como testigo: "Que depende del crédito y confianza que merezca". . Hachuel se presentó en' el juzgado con un carrito repleto de documentos, que in-, cluyen aquella declaración amorosa del 11 de marzo de 1989 en la que el financiero anunciaba a Mario Conde su decisión de adquirir 1,1 millones de títulos de Banesto porque la entidad era importante "pero sobre todo por ti y por tus cualidades". Ahora bien, a diferencia de lo que dice el diccionario, en el caso de Hachuel, el crédito siempre lo concedía Banesto, quizá por la confianza que el personaje tenía entonces con Mario Conde y su entorno, para quienes, a través de sus sociedades, también hizo trabajos de seguridad.Hachuel describió ante el juez esa relación especial con Banesto y sólo quedó tiempo para profundizar en una de las operaciones, la de Carburos Metálicos, en la que el fiduciario fue una pieza en el tablero de ajedrez (emisión de warrants con derecho a suscribir un 18% del capital de Carburos) para obligar a la multinacional Air Products a pagar un dinero por encima de la realidad del mercado si quería seguir confortablemente, sin desestabilizaciones, en la empresa química. El chantaje fracasó y finalmente se le vendió a la multinacional una opción a comprar el 5,9% de Carburos por 1.344 millones. Pero el dinero, que debía entrar en Banesto, fue transferido por orden del entonces responsable de la operación, Arturo Romaní, a Hachuel.
Precisamente, el fiscal Orti ha recibido el 23 de enero una querella criminal que Hachuel presentó y que en principio tocó al juzgado 42. El juez se inhibió y envió la querella a la Audiencia Nacional, que la giró al fiscal para que éste se pronuncie si debe o no acumularse al caso Banesto. Según la querella, los 1.344 millones desaparecidos (primer punto del auto que llevó a Alcalá-Meco a Romaní) le fueron entregados a Hachuel en pago de un saldo pendiente a su favor en las relaciones que mantenía con Banesto. Ahora bien, ni en el banco ni en la Corporación se registró la cantidad pagada.
Aquellas operaciones de 1990 con Carburos Metálicos causaron pérdidas a Banesto por valor de 15.000 millones. Esta no es una cifra que surge de una interpretación, sino de reunir datos reconocidos por los libros de Banesto y la Corporación. Sin embargo, la querella penal contra Conde y los demás ex administradores sólo recoge como presunto delito la desaparición de los. citados 1.344 millones. En otros términos, la legislación vigente en la actualidad sólo permite al derecho penal económico ir bastante por detrás de la economía real o, mejor dicho, de la realidad.
Hachuel vuelve hoy ante el juez para narrar el pago de 508 millones del que fueron beneficiarias sus empresas Servifilm Martolinas y que en diciembre llevaron a la cárcel a Conde y Romaní, por ser consideradas comisiones. Y también para explicar los más de 12.000 millones que presuntamente obtuvo con varias operaciones: fusión de la inmobiliaria Urbis con la tenedora de activos inmobiliarios. Mas Macarena y Ceisa, aprobada en diciembre de 1989; venta de las fincas de Coto Pesadilla y Los Fresnos a Urbis, donde era presidente; venta a Urbis de una finca de Las Matas, y el pase de un opción sobre inmuebles propiedad de Ceisa que tienen como beneficiaria a la sociedad del financiero, Portíc. También por la compra de dos paquetes 10% y 5% de Tele 5, con crédito de Banesto y pignoración de acciones. Y, finalmente, una factura falsa de 100 millones que en su día originó acciones judiciales de Hacienda contra una sociedad de Hachuel.
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