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Tácticas del PP

El Partido Popular va a obtener un triunfo en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Para bien de todos, la distribución de votos en mayo debería dejar clara la probabilidad en unas ulteriores elecciones, de una distribución de escaños que permita la creación de un gobierno alternativo estable.

Aún más importante será que sepamos los votantes si los "populares" se atreverán a tomar medidas impopulares aunque necesarias, una vez instalados en el gobierno, especialmente en el campo presupuestario y económico. Les perdono, con alguna. dificultad, es cierto, que no digan. toda la verdad en el largo trecho que aún queda para el momento de la votación: las campañas electorales no se distinguen, normalmente por la concreción y la franqueza. Pero me gustaría estar seguro de que, alcanzado el poder, no se vayan a arrugar como una de esas papas calientes de que tanto gustan los canarios y que ni siquiera se atrevan a condimentarlas con un poco de mojo picón.

Dos problemas previos. Las elecciones puede dilatarlas Felipe González tanto, que la recuperación económica permita al PSOE conservar los suficientes votos para ser el segundo partido y combinar un gobierno de coalición con Izquierda Unida, en el que los ex comunistas no lleven la voz, cantante. Confieso que tiemblo ante tal posibilidad, aunque, como admirador de La Venganza de Don Mendo que soy, me consolarían los largos discursos en sonoro verso ripioso del rey don Gonzalo, el doncel don Alfonso, y Azufaifo, el moro de la morería.

Segundo motivo de encogimiento de ánimo. Los populares podrían necesitar el apoyo de los partidos nacionalistas. ¡Ah! ya les veo saltar a conclusiones malintencionadas, mis queridos lectores. Pues no es lo que piensan. No me parece nada mal que los catalanes quieran hablar catalán, y que los. vascos intenten chamullar el batúa, el esperanto de los vascuences. Me parece bien la organización de España en autonomías, sobre todo si los gastos de los conselheiros se sufragan con un recargo autonómico en el IRPF estatal. Lo que temo es la política mercantilista de los catalanes. El. presente gobierno socialista no ha hecho más que una concesión indebida al Honorable Pujol, la limitación de la libertad, de comercio. Una combinación de populistas y catalanistas podría devolvernos a la Espafla gremial..

Imaginemos una mayoría absoluta del PP. Acaban de estar en Londres Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro, en una presentación de sus planes para la economía española ante inversores de aquella plaza, organizada por James Capel. La impresión general fue moderadamente favorable: la principal preocupación de ambos políticos si llegaban al poder era el restablecer la confianza en España de nacionales y extranjeros. Sin embargo, como me dijo Alexandra Perricone, jefa de análisis de esa casa de Bolsa, "parecían ambicioso! en sus planes de cambio y faltos de detalle sobre las medidas a tomar".

Es difícil saber lo que piensa el PP sobre si la tarifa eléctrica debe continuar financiando el carbón nacional y la producción de aluminio; si debe haber un Ministerio de Comercio, ahora que huelgan los permisos de importación y exportación, y el comercio interior lo vigila el Tribunal de la Competencia; si tienen hecha la lista de las empresas públicas a privatizar y entes estatales que cerrar; si hay que iniciar la capitalización y privatización de las pensiones públicas; si debemos los españoles pagar por acto médico; si vamos a financiar la educación con el bono escolar; cómo preparar a los agricultores españoles para la reducción de las subvenciones; y en qué forma liberalizar el mercado de trabajo, las profesiones y todos los servicios.

No sigo. Veo palidecer al señor Arriola, planificador de la campaña electoral. Este Schwartz no tiene ni idea. ¿No ve cómo va a ganar las elecciones municipales Álvarez del Manzano,sin haber hecho Pada radical para resolver los problemas de Madrid?

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