La mala campaña y los cambios en la regulación provocan una fuerte subida del precio del aceite

Los consumidores se han apresurado a adquirir aceite ante el temor de una subida espectacular del precio, que en las marcas ya se ha producido en torno a las 70 pesetas. Las recientes manifestaciones de la secretaria general de Alimentación, Regina Revilla, sobre la posibilidad de que llegasen los precios hasta 600 pesetas por litro -subida de 200 pesetas provocaron grandes colas. Ni el Ministerio de Agricultura, ni los productores, ni los envasadores comparten esa opinión y estiman que el incremento máximo no debe superar las 70 pesetas por litro.

Las cooperativas y el presidente de la Asociación de envasadores, Jaime Ybarra, han puntualizado que no hay razones para una psicosis de compras y acaparamiento ya que existen unas disponibilidades más que suficientes para cubrir las necesidades del consumo.La baja cosecha de este año, unas 470.000 toneladas, y la reducción de la ayuda al consumo de 78 a 19 pesetas provocaron que los precios iniciaran una escalada en las últimas semanas. Sin embargo, si se mantienen los actuales precios en origen, en torno a las 410 pesetas, la subida al consumo público -una vez descontado del precio en origen la ayuda otorgada- no debería superar las 70 pesetas para situarse el litro de aceite en una media de las 450 pesetas, aunque algunas marcas se vendan ahora por encima de las 500 pesetas. El techo de las 600 pesetas sería consecuencia de una subida prolongada de los precios en origen, fenómeno que no se ha dado. Medios de la industria han señalado que en algunos establecimientos se han subido artificialmente los precios.

Responsables de la Confederación de Cooperativas Agrarias que aglutinan practicamente el 80% de la producción de aceite de oliva, tras una reunión celebrada ayer en Córdoba, hicieron un nuevo llamamiento a la traquilidad del consumidor. Según Antonio Luque, gerente de la cooperativa Hojiblanca, las cooperativas están vendiendo a ritmo normal el aceite obtenido esta campaña, los precios se deberían mantener estables en las actuales cifras y no existen razones para el acaparamiento.

La Unión Europea, en previsión de la existencia de tensiones en el mercado por la baja cosecha en España e Italia, ha adoptado algunas medidas como el adelantamiento de las entradas con arancel reducido de 46.000 toneladas de aceite de Túnez, medida a la que se suma la adoptada días pasados reduciendo los aranceles a las importaciones de terceros países.

La escalada de precios de este año se ha debido a la reducida cosecha y al cambio del sistema de ayudas. Bruselas, en contra de la opinión de España, decidió para este año eliminar casi en su totalidad la ayuda a los envasadores. Los técnicos comunitarios trasladaron parte de esa ayuda como subvención directa a los agricultores a quienes se les rebajaron los precios en la misma cantidad. Se esperaba que los precios en el campo fueran más bajos este año. Sin embargo las cotizaciones no han bajado por la mala campana., Los agricultores han pasado a. recibir 410 pesetas por precio igual que hace cuatro meses, más 210 pesetas como ayuda, mientras la industria solo cuenta con 19 pesetas para bajar los precios.

Oficialmente, la nueva campaña de aceite de oliva comenzó el uno de noviembre y era entonces cuando se debería haber producido el aumento de precios. Sin embargo, Bruselas aplicó un mecanismo transitorio para unir la regulación de ambas campañas que ha supuesto trasladará la subida a estas fechas.

La Unión Europea decidió mantener la ayuda al consumo percibida por la industria durante todo el mes de noviembre. Ello supuso que los envasadores vendieran a la distribución todas sus existencias, unas 90.000 toneladas, durante los meses de octubre y noviembre, percibiendo las 78 pesetas de ayuda y que la distribución haya tenido a la venta ese aceite al precio viejo hasta este momento. La subida de cotizaciones de las últimas semanas de la distribución se correspondería ya con la compra de. aceite de la nueva campana y sin la ayuda plena al consumo.

Según Agricultura, el balance de esta campaña sería excedentarío con unas disponibilidades, entre producción y existencias, de 610.000 toneladas frente a una demanda de 550.000.