Un cobro de comisiones ilegales desata un terremoto político en Austria
Una misteriosa operación de espionaje ha causado un terremoto político en Austria de consecuencias impredecibles porque ha confirmado antiguos rumores del financiación ilegal de los partidos. Se trata de una grabación clandestina realizada en enero del año pasado en una sala del Congreso a los dos portavoces para asuntos de Defensa de los partidos de la coalición gubernamental, el popular y el socialdemócrata. En el revelador diálogo, los políticos planean con toda naturalidad recibir una comisión millonaria -que dividirían en partes iguales- por la compra de helicópteros y aviones a la firma británica Aereospace para el Ejército austriaco.
Cuando los protagonistas del escándalo se reunieron en secreto para hablar sobre las "dificultades económicas" de sus partidos, no sabían que un micrófono de alta sensibilidad, instalado clandestinamente, registraba la conversación. Por la dificultad técnica de este tipo de grabaciones hay versiones fiables de que la operación de espionaje fue realizada por el servicio secreto.
Hermann Kraft, diputado del Partido Popular (OEVP), renunció el miércoles por la noche, horas después de que fuera publicada por el semanario News la transcripción completa del diálogo en el que él llevaba la iniciativa. El socialdemócrata Peter Marizzi, que estuvo más pasivo en la conversación, aseguró ayer que él continué el diálogo sólo por su "afán detectivesco, como Sherlock Holmes" y que la operación no se había realizado.
La oposición ha exigido una comisión parlamentaria investigadora y el líder de la extrema derecha, Jörg Haider, sin disimular su deleite, denunció inmediatamente el hecho a la Fiscalía General de la República.
