Amedo y Dommiguez tienen más de 320 millones, de pesetas en, sus cuentas abiertas en Suiza
Los ex policías José Amedo y Michel Domínguez poseen en cuentas bancarias suizas más de 320 millones de pesetas entre los dos, según fuentes relacionadas con la justicia helvética. Las cuentas, abiertas en 1989 anombre de las esposas de ambos, fueron bloqueadas por la justicia suiza hace dos semanas tras la visita en comisión rogatoria del juez Baltasar Garzón. Aunque las fuentes informantes no han especificado el saldo de cada cuenta, sí ha trascendido que MichelDomínguez tiene medio centenar de millones más que Amedo, dato del que puede desprenderse que al menos uno de los ex policías habría extraido fondos de tales cuentas, abiertas, según su testimonio, con aportaciones del Ministerio del Interior.
El pasado día 17, los jueces helvéticos enviaron a Garzón datos sobre los saldos de las cuentas 562618KB y 562619KG, abiertas a nombre,de Marian Acedo y Alicia Domínguez, esposas de Amedo y Domínguez. Con este paso, la justicia española esolvió un enigma que en las últimas semanas le estaba preocupando en gran medida: de un lado, confirmar oficialmente si Amedo y Domínguez tenían cuentas en Suiza; y de otro, despejar la duda de si, como han dicho los ex policías, éstos no tocaron los 100 millones que supuestamente les entregó Interior a cada uno de ellos entre octubre de 1989 y febrero de 1991.Lo que todavía no ha sido conocido oficialmente es el movimiento registrado en ambas cuentas en estos años. Al respecto, cabe señalar que no encajan las cantidades mencionadas por los ex policías son los saldos actuales. Amedo y Domínguez han afirmado que los cien millones para cada uno les fueron entregados en cuatro partidas de 25 millones y en las siguientes fechas: 31 de octubre de 1989, 29 de diciembre de 1989, 29 de septiembre de 1990, y 4 de febrero de 1991.
Expertos bancarios señalan que la banca suiza da a sus clientes Unos intereses que no superan el 5%. En el mejor de los casos, por tanto, y si los ex policías no hubieran tocado en ningún momento esas cuentas, el saldo actual de cada una sería de unos 123,5 millones de pesetas. Sin embargo, las dos tienen un saldo superior a esa cantidad. Por tanto, tuvo que haber otros ingresos, al margen de los cien millones, a los que Amedo y Domínguez no han hecho referencia hasta ahora.
Fuentes relacionadas con la justicia suiza apuntan, no obstante, que por encima del valor confirmatorio de que ambos ex agentes ingresaron a nombre de sus esposas fuertes sumas en las cuentas del citado banco helvético, será muy difícil a partir de ahí, extraer evidencias sobre el origen del dinero y, en consecuencias sobre las eventuales implicaciones del Ministerio del Interior español. Tal pesimismo se basa en que los ingresos siempre se realizaron en metálico por las mujeres de ambos condenados, lo que casi hace difícil seguir el rastro de tal dinero.
Comprometida tesitura
En el hipotético caso de que hubiera pruebas sobre la implicación de Interior, podría darse la paradoja de que la justicia intentara devolver los 200 millones al Gobierno español, lo que colocaría al Ejecutivo en una comprometida tesitura.
Otra incógnita por resolver es si la diferencia de saldo entre uno y otro se debe a que José Amedo extrajo partidas de sus ahorros suizos. En todo caso, desde que se difundió a fines de octubre pasado una providencia de Garzón anunciando su intención de rastrear en Suiza eventuales cuentas de Amedo y Domínguez, éstos han dispuesto de dos meses largos para mover sus depósitos, bloqueados apenas hace diez días.
De hecho, tras tal anuncio de Garzón y semanas antes, de su bloqueo, la mujer de Amedo viajó a Suiza a mediados de diciembre para conocer el estado de su cuenta, según informan fuentes de su defensa.
Garzón, tras su viaje a Suiza el pasado 10 de enero, modificó el. auto de prisión sobre Juan de Justo, ex secretario personal de Rafael Vera, y a quien ambos ex policías vinculan con tales ingresos. A los delitos de malversación de caudales públicos y de vulneración de la ley de control de cambios, Baltasar Garzón añadió un nuevo cargo: "encubrimiento" de las actividades de los GAL, ya que, según dicho autotales pagos tenían por objeto "obtener el silencio de Amedo y Domínguez en relación a la existencia de las actividades delictivas investigadas (detención ilegal, asesinatos consumados o frustrados y falsificaciones de documento)".
Fuentes jurídicas consultadas por este periódico estiman que Garzón introdujo tal cargo para garantizar la colaboración suiza en este caso, que sólo en supuestos muy graves, como terrorismo o narcotráfico, llega a facilitar información que rompa el tradicional secreto bancario helvético. Prueba de este diferente rasero es que, hasta la fecha, la justicia suiza no ha facilitado oficial mente información sobre las cuentas de Luis Roldán, ex director general de la Guardia-Civil, en dicho país.
Actividad criminal
Existe otro elemento relevante: Garzón acordó en octubre pasado solicitar a Suiza datos económicos sobre las cuentas de personas relacionadas con los GAL a través de las cuales se "hubiesen hecho transacciones o cualesquiera otras operaciones que favorecieran la actividad criminal de los GAL", según la providencia correspondiente.
Sin. embargo, cuando Amedo y Domínguez abrieron sus cuentas, hacía ya dos años que los GAL habían desaparecido, lo cual podría estar en discordancia con el texto de dicha providencia con los consiguientes efectos jurídicos futuros.
Un seguro de vida
El relato de José Amedo y Michel Domínguez publicado en El Mundo atribuye al ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera la decisión de abrir unas cuentas en Suiza para ingresarles, según su versión, 200 millones de pesetas con cargo a los fondos reservados. Vera ha desmentido tales hechos.Según Amedo y Domínguez, a principios de 1989 el ex secretario de Estado dio personalmente instruciones a las mujeres de ambos condenados, María Ángeles Acedo Morales y Alicia Sánchez Carrión, para que abrieran tales cuentas en la Unión. de Bancos Suizos. Con tales pagos, Interior pretendía, según los ex agentes, "reparar los perjuícios" y garantizarles "un seguro de vida" por lo que pudiera pasarles. Los ex policías aún no habían sido condenados entonces.
Juan de Justo, secretario personal de Vera, se encargó de concretar los detalles de cómo les sería entregado el dinero en Ginebra, según la versión de las mujeres de los ex policías, y les concertó las citas en la ciudad suiza con los funcionarios que habrían de entregarle sucesivamente las sumas ocultas en maletines: el comandante: Félix Hernando y el comisario Aníbal Machín. En todo momento, Amedo y Dornínguez han manifestado que entregaron tales cuentas a la justicia para mostrar su buena voluntad, si bien otras fuentes indican que, en realidad, éstas ya habrían sido descubiertas en la investigación del caso Roldán.
Al margen de estas entregas en Suiza, Amedo y Domínguez han relatado que cobraron del Ministerio del Interior 500.000 pesetas mensuales desde julio de 1988, fecha de su ingreso en prisión, hasta mayo de 1994, mes en que se dejó de pagar esa cantidad. Medio año después, decidieron contar todo el escándalo.
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