El baile, la música y el arte se reúnen en torno a una hoguera

Como las brujas en sus aquelarres, esta noche y la de mañana un buen montón de artistas plásticos, de la música y el baile, se reunirán en tomo a una hoguera. Pero estos artistas no se refugian en la oscuridad ni invocan al maligno. Lo hacen en El Sol en nombre de la fusión de culturas y la búsqueda de nuevos caminos.

La Hoguera es un encuentro, espectáculo multirracial entre músicos de distintos lugares del mundo que desde hace años viven en Madrid. Son los que en la ciudad hacen música étnica, es decir, la que se fabrica con la voz y los instrumentos tradicionales básicos de sus respectivas culturas.

Bidinte es un percusionista de Guinea-Bissau; la cantante Rasha Wafir y su hermano, que toca el laúd, son sudaneses; El Pescao es un gitano palentino; en Bela Luz se juntan africanos, latinos y españoles; Andrésinho y Edu Nascimento traen la bossa y la samba de Brasil, y Octavio Sánchez Cotán, su guitarra jazz-sonera de Cuba.

También habrá en el espectáculo cuerpos de baile en un ambiente escéptico, con obras de jóvetines escultores y pintores y proyección de vídeos.