Una guía enseña a 'usar' en Madrid a los objetores ecologistas

Conseguir que los objetores de conciencia hagan una mili de verde no es tarea imposible. Una institución, la Fundación para la Investigación y el Desarrollo Ambiental (FIDA), presenta hoy una guía -La prestación social sustitutoria en actividades de conservación, protección y mejora de la naturaleza-, en la que ofrece un catálogo de posibles actividades medioambientales en las que emplear a los objetores.

El número de plazas destinadas en la Comunidad a los objetores en 1995 es de 4.500. Según Raquel Zapata, directora de la Oficina Regional de Objeción de Conciencia, menos del 5% de éstos se dedicarán a tareas verdes.

Aunque muchas entidades sociales tienen la oportunidad de usar la colaboración obligatoria de

los jóvenes que han de cumplir con la alternativa al servicio militar, no suelen saber cómo aprovechar las energías antibélicas de los mozos ecologistas en tareas medioambientales. La FIDA se ha propuesto darles ideas.

Ayuntamientos, administraciones regionales, asociaciones ecologistas, organizaciones no gubernamentales y demás entidades sociales ubicadas en Madrid pueden descubrir ahora sus necesidades medioambientales. También aprenderán, con fichas prácticas, a diseñar planes para invertir adecuadamente los 13 meses de dedicación de los objetores. Además, se dan indicaciones para que estas actividades no quiten puestos de trabajo y para que un mal planteamiento de las tareas no haga perder el tiempo a los mozos.

La guía hace un listado de las actividades en que se puede desarrollar la prestación y las agrupa en cinco grandes áreas: labores de limpieza del medio natural, vigilancia y control de espacios naturales, tareas de catalogación, actividades de educación ambiental y funciones administrativas. Ahora, hacer la mili como restaurador forestal, vestir el uniforme de promotor de recogida selectiva o combatir como controlador plaguicida está más cerca de los jóvenes madrileños.