Las madres, en contra de la opinión de los pediatras, consideran necesario pegar a los niños de vez en cuando

El 74 % de las madres preguntadas en una reciente encuesta realizada en Nueva York cree que "hay veces en las que hace falta dar un azote" a niños de uno a tres años; el 19 % extiende esa convicción a los menores de un año. Cuando pegan a sus hijos pequeños, eso sí, lo hacen desde la razón, no desde la emoción o la furia del momento, según ese mismo estudio publicado en la revista mensual de la Academia Americana de Pediatría. El comportamiento infantil que pueda poner en peligro la seguridad de los niños -dedos en los enchufes, curiosidad por las planchas o los productos de limpieza- es la gran fuente de azotes, que se aplican "por su propio bien", como disciplina educativa.

El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Carolina del Norte y del Centro Médico Albert Einstein del Bronx, Nueva York, refleja las opiniones de 204 madres -eran ellas las que contestaban el cuestionario- recogidas en un hospital y en una consulta pediátrica privada de la ciudad.

Según Rebecca Socolar, directora del estudio y profesora de Pediatría en la Universidad de Carolina del Norte, "Ias madres pegan a sus hijos con cierta frecuencia; creen que es necesario y lo hacen". Estudios previos habían demostrado también que la mitad de los padres norteamericanos suele recurrir a menudo a la reprimenda fisíca. La novedad que aporta esta investigación es la extensión de la idea de que los azotes son buenos para la educación del niño.

En el mismo número de la revista en el que se publican las conclusiones del estudio, la Academia Americana de Pediatría mantiene su postura de que "pegar a los niños de cualquier edad es un error, independientemente del motivo por el que se haga".