Los rumores sobre una muerte inminente de Deng Xiaoping se disparan
La alarma sobre una próxima muerte del supremo líder chino ha degenerado en una obsesión mientras las autoridades de Pekín insisten en que Deng Xiaoping está tan bien como puede estarlo una persona a los 90 años de edad. Los rumores sobre la desaparición inminente del árbitro final del poder en China, a pesar de que renunciara formalmente a todos sus poderes hace cinco años, alcanzaron ayer rango de fiebre colectiva.Algunos periódicos de Hong Kong afirmaban que Deng está hospitalizado y ha perdido la conciencia, y que los máximos dirigentes han cancelado sus vacaciones de Año Nuevo, del 31 de enero al 2 de febrero en China. Según el Hong Kong Standard, el Gobierno central ha pedido a los regionales que estén en máxima alerta durante los próximos días.
El Asian Wall Street Journal, citando una fuente de la capital china, decía en su edición de ayer que el dirigente chino, que no ha sido visto en público desde hace un año, "está en coma y es, improbable que viva hasta finales de marzo". Para el Eastern Express, que dice basarse en fuentes de Hong Kong y Pekín, está en un estado casi vegetal".
Pekín en esta ocasión no ha podido ofrecer las habituales y tranquilizadoras imágenes propagandísticas para demostrar que un líder chino se encuentra bien. En su lugar, todo lo que es capaz de mostrar son unas fotografías de Deng Xiaoping hace más de tres meses, en una silla de ruedas, contemplando los fuegos artificiales que conmemoraron el 45º aniversario de la fundación del Estado comunista.
Para todos los gustos
En ausencia de información fiable, los periódicos se han lanzado a una carrera de especulaciones sobre la salud de este pequeño gran hombre que ha dirigido los destinos del país más poblado del planeta durante los últimos 16 años. Funcionarios chinos escudados en el anonimato dijeron ayer a periodistas extranjeros que Deng ha sido tratado urgentemente dos veces en las últimas semanas de crisis cardíacas. Padece además la enfermedad de Parkinson y está perdiendo sus facultades mentales, a pesar de lo cual, según estas fuentes, permanece en su casa, en una zona tranquila junto a la Ciudad Prohibida de Pekín.
El jueves un portavoz oficial del Ministerio de Exteriores y el viceprimer ministro Zhu Rongji, declararon separadamente que el líder chino "gozaba en términos generales de buena salud para un hombre de su edad".
La hija predilecta de Deng Xiaoping, Xiao Rong, disparó la alarma al declarar la semana pasada al periódico The New York Times que la salud de su padre se deterioraba. rápidamente y que éste no podía permanecer de pie sin ayuda. El ministro chino de Exteriores añadió confusión al precisar que probablemente estas palabras se debían a una, mala traducción,
El hecho es que muchos ciudadanos pequineses consideran que los días del último emperador están contados, y se apoyan para creerlo en malos augurios como el reciente terremoto japonés de Kobe y otros tres pequeños seísmos a finales del año pasado en el sur de China.
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