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Halladas en el Retiro decenas de bolas de carne para perros que contenían alfileres y cuchillas

El parque del Retiro se ha convertido esta semana en un lugar peligroso para los canes. El lunes y el martes aparecieron esparcidas por el suelo numerosas bolas cuyos ingredientes, envueltos en plástico de polietileno, eran carne para perros, alfileres, cuchillas y trozos de metal.Varias muestras recogidas por algunos vecinos han sido enviadas desde la Junta Municipal del distrito de Retiro al Instituto Nacional de Toxicología para averiguar si además el alimento está envenenado. La Policía Municipal y varias clínicas veterinarias de la zona han recogido las quejas verbales de numerosos vecinos, pero ayer se desconocía si algún animal se ha herido o ha fallecido tras ingerirlas.

En la zona del parque más próxima a la callé de Menéndez Pelayo fue donde los perros encontraron las bolas, llevados por el fuerte olor que desprendían. Según un vecino, el propietario de un animal abrió una y pudo comprobar asustado que contenía objetos punzantes y trozos de diversos metales. Iván, dueño de un collie, explicó ayer que rápidamente varias personas denunciaron el caso a la policía.

El mismo lunes, los empleados del Retiro, junto a varios vecinos, rastrearon la zona y recogieron las bolas. El martes volvieron a descubrirse más albóndigas. Amalia, propietaria de un pastor belga, no se extraña de estas apariciones: "Aquí siempre hay gente a quien le molestan los perros", dice. "Pero lo ocurrido ahora me parece una salvajada", agrega. Para Andrés, un jubilado que cada mañana, aunque llueva, pasea a su setter, "esto está hecho a propósito por gente del barrio".

Bozales

Para evitar riesgos, algunos dueños de perros han decidido poner bozal a sus animales. Muchos sospechan que las bolas están envenenadas, pero todavía no se ha comprobado si tienen algún tipo de sustancia tóxica. La veterinaria de la Junta Municipal del Retiro, Elena Repullo, ha enviado tres muestras al Instituto Nacional de Toxicología. "Desconocemos si son letales para los perros, pero de momento no nos hemos encontrado con ningún problema". Según el veterinario Luis Fernández, propietario de la clínica Menéndez Pelayo, "las bolas pueden causar daños al animal, pero no la muerte. Ahora, si estuvieran envenenadas sí podrían ocasionar grandes lesiones e incluso la muerte". Las clínicas de la zona no han registrado ningún caso de envenenamiento en los últimos tres días.

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