Martín Villa: "A cualquier ministro del Interior se le escapa algo"

"A cualquier ministro del Interior se le escapa algo. Lo que debe intentar es que la dosis sea tolerable. Creo que al Gobierno socialista se le escapó más de la cuenta", dijo ayer, Rodolfo Martín Villa, que fuera ministro del Interior con la extinta UCD. El diputado y miembro del Comité Ejecutivo del Partido Popular (PP) pronunció ayer una conferencia en el Club Siglo XXI de Madrid en la que, bajo el título Otro modo de entender el Estado, planteó una serie de puntos programáticos que integran el modelo de reforma que se propone su partido si llega al poder.En el turno de preguntas posterior a la cena, y ante la presencia del actual ministro de Justicia e Interior, Juan Antonio Belloch, Martín Villa no pudo evitar pronunciarse sobre el caso GAL. "No tengo datos", se excusó. "Además, los datos de un ministro del Interior en la lucha antiterrorista no son de su patrimonio, debe depositarios en el Estado. Barrio nuevo no está utilizando ningún secreto en su defensa porque, entre otras cosas, no son suyos".

"No hubo irregulatidades"

El dirigente del Partido Popular, que contó con la presencia de parte de la cúpula de su partido, aseguró que en sus tiempos como máximo responsable de las fuerzas de seguridad "no hubo tolerancia con ninguna acción irregular". "Deben ustedes tener en cuenta", añadió, "que fui ministro de Gobernación en la época preconstitucional, e incluso entonces, cuando era posible legalmente un mayor margen de actuación, no se hizo".

Martín Villa fue incluso más específico aplicando una curiosa paradoja. "No amparé ni al Batallón Vasco Español ni a la Triple A", aseguró, "entre otras cosas porque, en aquellos tiempos, nosotros y otros gobernantes podíamos ser más víctimas de aquellos movimientos que los terroristas".

Volviendo al caso GAL, Martín Villa negó la tesis de que la campaña de atentados realizada por esta banda en el sur de Francia hubiera tenido los efectos políticos que se le atribuyen y hubieran provocado la colaboración del Gobierno francés en la lucha contra ETA.

El ex ministro reconoció que desde Francia no se prestó una clara colaboración durante la mayor parte de los sucesivos Gobiernos de UCD -"Siempre creí que al Gobierno francés le venía muy bien que España tuviera un clavo en el zapato", dijo-, pero reveló que la situación cambió radicalmente en torno a 1980, durante los últimos tiempos de Adolfo Suarez y ya durante la presidencia de Leopoldo Calvo Sotelo.