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Los chechenos resisten la ofensiva final rusa

Pilar Bonet

La lucha a muerte palmo a palmo que los combatientes secesionistas chechenos mantenían ayer en Grozni impedía a las tropas rusas conquistar el palacio presidencial y lograr así una simbólica victoria que supusiera una atenuación del conflicto y permitiera enfriar el clima psicológico de indignación y condena por las matanzas de la guerra. Ovlur Dudáiev, el hijo mayor del líder independentista checheno, murió a resultas de las heridas sufridas en la defensa de Grozni y fueenterrado el viernes, según manifestó Said Ajmed Adízov, presidente del Consejo de Ancianos de Chechenia, en una reunión con una delegación de madres de soldados de Rusia celebrada ayer en Nazrán, capital de la vecina Ingushetia.

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Las declaraciones de Adízov, que fueron difundidas por tres agencias rusas, incluida Itar-Tass, no habían sido confirmadas por otras fuentes. La información no indicaba ni la fecha exacta de la muerte ni el lugar de la sepultura. El general Dzhojar Dudáiev y su esposa, Alla, una rusa de 47 años, tienen tres hijos: dos varones y una mujer.La toma del palacio presidencial no supone la liquidación de todos los focos de resistencia chechena, pero tiene un alto valor simbólico. Los cuatro pisos superiores del edificio, antigua sede del comité republicano del Partido Comunista edificada por constructores búlgaros, están en ruinas a consecuencia del intenso bombardeo. Los incendios del edificio han sido extinguidos.

Según Adízov, los bombardeos de Grozni continuaron en la madrugada y durante la mañana de ayer la ciudad había sido alcanzada por más de 12 misiles. La agencia Itar-Tass daba cuenta del desplazamiento hacia el sur de grupos de guerrilleros chechenos que aparentemente se preparan para la guerra partisana. La televisión rusa manifestó que los chechenos estaban concentrando hombres en los distritos del suroeste de la capital con la aparente intención de trasladar su cuartel general hacia el sur.

[Emil Pain, consejero del presidente Borís Yeltsin para las nacionalidades, anunció ayer en La Haya que se había entrevistado con el comisario para las minorías de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea, el holandés Max van der Stoel, para abordar las posibilidades de una mediación internacional sobre Chechenia, informa la agencia

.Con la prolongación del conflicto más allá de toda expectativa, los dirigentes rusos han reactivado sus acusaciones sobre la supuesta existencia de un amplio contingente de mercenarios bien entrenados que lucharían del lado de los chechenos. Iván Ribkin, el jefe de la Duma estatal rusa, manifestó el sábado en Moscú que en Grozni hay un "mar de mercenarios profesionales de diferentes países, contratados con mucho dinero" y pagados con "petrodólares".

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'Las medias blancas'

Ribkin dijo que los destacamentos rusos se encuentran a menudo al mando de suboficiales, por la acción de un destacamento femenino de francotiradoras del Báltico, denominado Las medias blancas, que "sobre todo matan a los oficiales". El jefe de la Duma llegó a afirmar que las guerrilleras reciben 1.000 dólares (134.000 psesetas) por día y 1.500 dólares por cada oficial ruso muerto.

Las declaraciones oficiales sobre los supuestos "mercenarios" no han sido confirmadas por medios independientes, y las autoridades rusas sólo han podido presentar a un supuesto ciudadano lituano, que las autoridades de Vilnius no reconocen.

Un grupo de diputados rusos llegados de Grozni a Moscú pusieron en duda las informaciones de los dirigentes rusos y aseguraron el sábado en la emisora El Eco de Moscú que habían visto a tres voluntarios procedentes de Ucrania, pobremente equipados y mal vestidos. Los primeros convoyes de las Naciones Unidas con ayuda humanitaria para los refugiados se encuentran detenidos en Vladikavkaz, en los límites de Chechenia.

El tono del canal interestatal de la televisión rusa, que dirige Alexandr YákovIev, el padre de la glasnost, cambió el sábado. En contraste con el tono propagandístico de días anteriores, el noticiario del sábado se permitió cuestionar la operación militar y presentar al secretario del Consejo de Seguridad, Oleg Lóbov, en un tono crítico. Iván Ribkin lamentó ayer que las unidades de élite creadas para luchar contra el terrorismo no hayan acudido a Chechenia. En el conflicto del Cáucaso han muerto ya unos 500 soldados rusos desde el pasado 11 de diciembre, un millar han resultado heridos, 200 han desaparecido y 150 han sido hechos prisioneros, según informaron a Inter-fax fuentes militares en Chechenia.

Por otra parte, en varias ciudades rusas, como Moscú y San Petesburgo, hubo ayer manifestaciones para pedir el fin de la guerra. En la capital, el número de participantes no pasó de varios centenares de personas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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