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GENTE

Rudolf Nureyev ha a vuelto a reaparecer, al menos en espíritu, este fin de semana en la escena neoyorquina. Los más preciados objetos y recuerdos que el genial bailarín fallecido en 1993 a consecuencia del sida, guardaba en su apartamento de Nueva York, en el célebre edificio Dakota Park, han sido subastados por la casa Christie's con el fin de recaudar fondos para la fundación que lleva el nombre del artista. Los trajes que Nureyev vistió en los ballets clásicos de Don Quijote y La bella durmiente fueron los que alcanzaron los precios más altos durante la primera jornada de la subasta, que generó cerca de 700.000 dólares (93.100.000 pesetas) de beneficios. El traje que el bailarín ruso llevó durante su debú en el Royal Ballet de Inglaterra, haciendo pareja con Margot Fonteyn, fue adquirido por 51.75.0 dólares (cerca de ocho millones de pesetas) por un admirador. Un anillo con un diamante, que perteneció al bailarín, despertó igualmente la pasión de los asistentes a la su basta, que aplaudieron el fetiche. Éste fue adjudicado finalmente por 25.000 dólares (algo más de dos millones de pesetas). Aunque tal vez nada hizo más feliz a los mitómanos que la subasta de varios pares de zapatillas de ballet del genio, algunos usados y otros sin estrenar. Un asistente pagó por uno de ellos casi 1,5 millones de pesetas.

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