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Tensión inmerecida

Enric González

El franco francés empieza a sufrir los efectos de las tensiones monetarias internacionales. El desplazamiento de capitales hacia el marco alemán, como valor refugio, está perjudicando a todas las divisas europeas, y en los propios mercados franceses se registran fuertes ventas de francos. El jueves hubo sobresaltos cuando la divisa francesa rozó la cotización de 3,470 por marco, y el retorno casi inmediato a un cambio normal de 3,459 no consiguió apaciguar del todo. el ánimo de los operadores. Se trata, en cualquier caso, de una tensión inmerecida por el franco: los fundamentos de la economía francesa son buenos, y los indicadores mejoran cada trimestre.En materia de inflación, el Gobierno conservador de Edouard Balladur puede presumir de buenas notas. Según datos aún provisionales, 1994 se cerró con una inflación anual del 1,7%, la más baja desde 1956. El crecimiento del PIB en 1994 fue del 2% y superará el 3% en el primer semestre de este año, la producción industrial aumenta, la balanza de pagos es positiva. y las exportaciones marchan viento en popa. Sólo hay dos borrones en las cuentas francesas: uno tolerable, el crecimiento de la deuda pública (46% del PIB), y otro intolerable, el de las cifras del paro (12,6%).

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