Pujol pone a Adolfo Suárez como ejemplo de un clima de concordia hoy en peligro

La entrega de un premio de la Generalitat de Cataluña al ex presidente Adolfo Suárez se convirtió anoche en una reivindicación de los valores de la transición a la democracia Consenso, concordia, respeto, diálogo, pacto..., que se contraponen al clima de crispación política de nuestros días. El presidente catalán, Jordi Pujol, aludió a las injusticias que, según él, se cometieron con la figura de Súarez e hizo un llamamiento a no repetir ahora los mismos errores y no echar por la borda los logros de la democracia española.

"Sería absurdo que, de repente, el país se cansara de ir por el buen camino, del ejercicio de la comprensión y el civismo, y se sumergiera en los demonios españoles de la incomprensión y la envidia, que se cansara del esfuerzo constructivo y volviera a la jarana y el jolgorio", señaló Pujol.La Generalitat catalana entregó anoche a Suárez el Premio Blanquerna, destinado a reconocer la tarea de aquellas personas o entidades que se han distinguido por su contribución al desarrollo, la promoción, el conocimiento y la proyección de Cataluña. Suárez, muy emocionado, agradeció el galardón y reivindicó los valores de concordia, tolerancia y solidaridad que presidieron la tarea colectiva de pasar de una dictadura a una democracia. El ex presidente reivindicó la importancia que tuvo para la reconciliación de los españoles y la convivencia entre los distintos pueblos de España la construcción bajo su mandato del Estado de derecho y de las autonomías. "La democracia", dijo, "o es autonomía o no es democracia".

En aparente alusión a la crisis actual, Suárez afirmó que, como hombre del Derecho, confía en la justicia, "que cuenta con los resortes necesarios para encontrar soluciones a los problemas". Y terminó reclamando "antes diálogo que confrontación; antes comprensión que descalificación". Suárez recordó que él gobernó sin aferrarse al poder.

Sufrir en carne propia

Pujol señaló que le parecía un buen momento para recordar la figura de Suárez a la luz de los hechos actuales: "Adolfo Suárez sabe que ninguna empresa importante puede llevarse adelante sin fibra sólida y moral colectiva". Y en estos momentos esa fibra y esa moral corre el riesgo de quedar afectada por los escándalos.El presidente de la Generalitat recordó que Suárez fue la primera víctima de ataques feroces y críticas injustas. "Ha padecido un sufrimiento político y sería bueno que todos los políticos conozcamos poco o mucho ese sufrimiento. España no estará plenamente consolidada hasta que todos hayamos conocido en nuestra carne la calumnia, la incomprensión, el ataque y el odio".

La víspera, el presidente de la Generalitat había reiterado en Pamplona que CiU no dará su apoyo a un Gobierno del PP si éste mantiene su política actual. Pujol argumentó que el PP practica una política anticatalanista.

"Si en estos momentos hubiera unas elecciones y se presentase objetivamente la conveniencia o la necesidad de colaborar con el PP, nosotros no podríamos. En este momento, CiU no podría colaborar con el PP", precisó.

También aborda la posibilidad de elecciones anticipadas: "Si el Gobierno no es capaz de afrontar la situación en lo que sea, en lo de la corrupción, en lo del GAL, o por supuesto en la economía, entonces, indudablemente, no habrá necesidad de que CiU diga: "Oiga,señor González, nosotros pensamos que...'. Con toda seguridad, el propio Gobierno reconocería que se daban unas circunstancias que no le harían posible gobernar y diría: 'Vayamos a otra solución". Pujol aprovechó su viaje a Madrid para recibir a Antonio Gutiérrez, secretario general de CCOO, con quien habló de Seat y del trabajo en precario.

En la cena que puso fin a los actos de la entrega del Premio Blanquerna, el ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo invitó a González a seguir el ejemplo de Suárez en 1981 y le animó a dimitir para solventar la actual crisis política.