España impone la tilde a Europa
La virgulilla caracteriza el logotipo de la próxima presidencia española de la UE
La Unión Europea quiso imponer a España la supresión de la tilde de la letra eñe en los ordenadores, y ahora, cuatro años después, la diplomacia española se va a vengar llenando Europa de esa virgulilla que el idioma castellano coloca sobre la ene. El logotipo de la presidencia española de la UE, que empieza el 1 de julio, consiste en una e minúscula coronada con una tilde desmesurada, ambas de color rojo, y rodeadas de las 12 estrellas comunitarias de color amarillo.Lo eligió el 23 de noviembre, por votación mayoritaria entre ocho proyectos y en el más estricto secreto, el comité organizador de la presidencia española que encabeza el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, e integran además 24 altos funcionarios. También formaba parte del jurado el presidente de la Asociación Española de Profesionales del Diseño, José Cruz Novillo. Un mes después se le comunico a su autor, el diseñador barcelonés Josep Maria Mir.
Solana ha guardado el logotipo bajo llave en un cajón, y los miembros del jurado que lo votó prefieren, para no ser acusados de traicionar a su ministro, guardar el anonimato a la hora de contar cómo fue la elección. "Creo", comenta uno de ellos, "que gustó porque no sólo asociaba a España con Europa, sino porque tenía un cierto carácter nacionalista español con la e, la tilde y los colores de la bandera". "A sus de tractores les parecía un poco soso y estático aunque reconocían que era ilustrativo", añade.
Josep Maria Mir se ríe cuando se interpreta su logo en clave patriótica. "Acaso conecte con un nacionalismo culto...", afirma algo dubitativo. "La e, sin embargo, es minúscula", recalca, impone menos que la mayúscula y está más relacionada con los españoles que con España". "En cuanto a la tilde, creo que es acaso el único signo visual que identifica a los españoles en Europa". "Pensé que era una apuesta algo arriesgada, y, por tanto, difícil de asumir por la Administración que, por definición, tiende más bien a ser cauta".
El premio está dotado con 1,5 millones de pesetas, una cantidad escasa para lo que suele ser habitual, pero, reconoce su ganador, "tiene otras gratificaciones". El anterior logotipo fue nada menos que Tapies el que lo dibujó, y, como el diseñado ahora por Mir, se paseó por toda Europa y fue visto en televisión. "Desde el punto de vista del ego y como inyección de ánimo, ayuda mucho ser vencedor". Tanto es así que Mir ha renunciado a cobrar por todas las aplicaciones que de su logotipo se puedan hacer en papelería (bloques de papel, bolígrafos, acreditaciones, insignias, etiquetas, etcétera), que serán repartidas, por Asuntos Exteriores durante el segundo semestre de este año.
A sus 45 años, Mir tiene ya a sus espaldas una dilatada carrera profesional. Es desde 1986 director de diseño de la Escuela de Arte y Diseño (EINA) de Barcelona, asesora sobre los mismos temas al Ayuntamiento y al Festival de Cine de la Ciudad Condal y en 1990 fue seleccionado para realizar el cartel de los Juegos de la 25ª Olimpiada-Barcelona 92. "Llevo desde los 18 años trabajando en esto y me he especializado más bien en producir para el sector sociocultural".
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