Un viajero se quedó encerrado en una estación en Nochevieja
Rafael Rubio, de 27 años, se conoce de memoria todos los pasillos de la estación de metro de Conde de Casal. Contra su voluntad, allí permaneció encerrado en Nochevieja, según informó ayer Onda Madrid. Su madre, Carmen Marín, explicó a EL PAÍS: "Rafael tenía una fiesta de fin de año y decidió ir en metro. Entró en la estación a la una de la madrugada. Dos horas después recibimos una llamada suya diciéndonos que no podía salir de la estación porque habían cerrado las puertas. Decía que se le acababan los duros y que la policía no le hacía caso". Marín continúa: "Fue angustioso. Todos los teléfonos de la policía nacional y municipal comunicaban continuamente. Al cabo de una hora conseguí hablar con un agente que me trató despectivamente. Me dijo que el metro era propiedad privada y que no podían entrar".A las cinco de la mañana, un empleado abrió a Rubio. Ayer, un portavoz del metro, reconoció que el año pasado esta situación se repitió en tres ocasiones. La Organización de Consumidores y Usuarios, recomienda quejarse ante la dirección e, incluso, interponer demanda ante los tribunales.
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