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Entrevista:

"Está habiendo graves perversiones en nuestro sistema judicial"

A sus 46 años, Ramón Jáuregui pasa por momentos duros en su vida política, pero "aguanta" y empieza con fusión su tarea como consejero en el Gobierno vasco.

Pedro Gorospe

Ramón Jáuregui no olvidará el año 1994. Estalló el caso Osakidetza, perdió cuatro escaños en las autonómicas, protagonizó una dura negociación de Gobierno, al que se ha visto abocado a entrar "en una decisión incómoda en lo personal" y, finalmente, Amedo y Domínguez le relacionan con los GAL. Su comienzo en el Gobierno vasco, como consejero de Economía, Justicia y Trabajo, tampoco ha sido muy alentador. Es posible que tenga que responder a esas acusaciones en el Parlamento, y hasta el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, ha tenido que echar le un capote en las críticas que ha vertido el PP por ocupar, en esas condiciones, la cartera de Justicia.Pregunta. ¿Qué le va a a contar a la comisión parlamentaria sobre los GAL? Respuesta. Les contaré lo poco que viví sobre este tema, y me lo tomo como una buena oportunidad para hacer una contundente reafirmación de los principios sobre los que yo siempre he basado la acción política y la lucha contra el terrorismo desde la legalidad y desde el Estado de derecho. Es, probablemente, también una buena ocasión para explicar que mi papel en a Delegación no era precisamente el de un superior policial, sino el de un representante político del Gobierno en su conjunto.

P. Pero también era el máximo representante de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del. Estado.

R. Efectivamente, también ostentaba la representación del Gobierno en los funerales de agentes, y tenía relación con la lucha policial contra el terrorismo, que, repito, siempre he concebido y practicado desde el más estricto respeto a a legalidad. Pero es muy bueno que HB me haga esta interpelación y que participe en el sistema. Y así zanjar de una vez una referencia colateral que en nada puede vincularme a esa historia.

¿Cuál seria su responsabilidad si se demuestra una trama en cascada desde el ministerio hasta algunas comisarías, pasando por gobiernos civiles?

R. Yo no creo en la existencia de una trama organizada. Creo que el contraterrorismo de los GAL era de venganza, movido en el terreno del hampa por dinero o por odios, o venganzas, relativamente comprensibles, aunque no justificables. Yo jamás lo he justificado ni lo voy a hacer ahora, aun reconociendo que en la larga historia del terrorismo en España ha habido varias manifestaciones contraterroristas, como el Batallón Vasco Español en los ochenta. Y tengo una firme convicción en la inocencia de las personas que están siendo investigadas.

P. ¿De todas ... ?

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R. De todas. Barrionuevo tiene mi apoyo.

P. ¿Cree también en la inocencia de Ricardo García Damborenea, con quien no ha tenido buenas relaciones personales?

R. Por supuesto, mis discrepancias políticas no tienen nada que ver con esto.

P. O sea, que no concede credibilidad a Amedo y Domínguez.

R. En la medida en la que han mentido sobre mí creo que han mentido sobre todos.

P. Sin embargo, hay una prueba caligráfica que certifica que Julián Sancristobal escribió parte de un comunicado de los GAL.

R. Soy consejero de Justicia desde el miércoles, y en esto quiero ser escrupuloso y tener una línea de conducta semejante a la que tiene el propio ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch. Tenemos que tener un exquisito cuidado en reivindicar la independencia judicial, el respeto a su labor, y en colaborar como Ejecutivo en las investigaciones judiciales de manera activa y permanente.

P. ¿Hay alguna diferencia entre el juicio que le merece la actuación del juez Garzón a Jáuregui secretario general de los socialistas y al nuevo consejero de Justicia?

R. Puede haberla, pero yo únicamente quiero señalar que muchas veces se condena moralmente y por la opinión pública en función de acusaciones no probadas, vertidas por cualquiera y quebrando uno de los principios del derecho moderno al convertir a los acusados en quienes tienen que probar su inocencia. Por lo tanto, no puedo eludir un pronunciamiento personal de solidaridad para quien, como Barrio nuevo, tienen que estar pretendiendo demostrar su inocencia ..

P. Pero en sus declaraciones...

R. Otra cosa es que esté de acuerdo con las formas que está exhibiendó para su defensa. Yo, simplemente reclamo el derecho a de fenderse, y al mismo tiempo alerto sobre algo que me preocupa: que el funcionamiento y utilización de algunos instrumentos está produciendo graves perversiones en nuestro sistema judicial.

P. ¿Después de todo esto, se puede seguir hablando de ilusión por estar en el Gobierno vasco?

R. Pues sí. En este momento hay que saber aguantar, y el reto es que el partido siga adelante. Servir al país ilusiona, y además, tengo la convicción de que hemos hecho lo que había que hacer, fortalecer nuestra política de alianzas con el PNV, y en este caso, añadiéndole EA, y consolidar el papel del partido socialista en este país. Mi peso cualitativo ha variado, pero soy un tipo realista que se adapta a lo que tiene en cada momento.

P. En determinados círculos se interpreta su incorporación al Gabinete como un castigo por aceptar las presiones para que el PSE-EE firmara un acuerdo con el PNV.

R. Hay una decisión personal de participar en este Gobierno, y que se produjo en el mismo mommento en el que tomé la de decir sí a la incorporación del partido al tripartito. Mi decisión la consulté con Felipe González, con Tkiki Benegas, con la Ejecutiva del País Vasco, y en general encontré una gran aceptación Además he querido mostrar una identidad total con la nueva tarea, que me remango y bajo a la arena a asumir el papel de estar ahí, en el Gobierno.

P. ¿Cómo explicó a su partido, mayoritariamente a favor de pasar a la oposición, el futuro que tenían fuera del Gobierno?

R. Había un montón de buenas razones para no estar en la oposición. íbamos a tener importantes frenos para desarrollar nuestro papel cuando el partido sufre una gravísima crisis de legítimacion y crédito social por todo lo que estamos sufriendo. Llevamos gobernando Euskadi ocho años, y esto limita las posibilidades de la oposición. También gobernamos en España y era otro límite para hacer oposición firme. Finalmente, en la oposición no teníamos ningún aliado, no tenemos nada que ver con UA, el PP es nuestro adversario, e IU no quiere saber nada con nosotros. Además, él actual pacto permite al PSE practicar el papel de moderación frente al nacionalismo.

P. La legislatura ha nacido marcada por el conflicto en. tomo al Pacto de Ajuria Enea, un foro que precisamente debe destacar por el acuerdo.

R. El Pacto afronta una nueva fase, con la incorporación de EA e IU, pero con claridad asistimos a una fase, la final, en la que estamos obligados a dibujar escenarios y a facilitar finales, o, más en concreto, el final de la violencia. Eso nos obliga a que sea más dinámico, con más iniciativa, cintura y capacidad de movimientos que la que hemos tenido en los últimos años. Y eso debemos hacerlo con el consenso. No se trata de imponer a nadie y yo reivindico el consenso excepto cuando se produzca un claro obstruccionismo a los planteamientos generales...

P. ¿Ha habido algún ejemplo de ese obstruccionismo?

R. El caso de la reinserción no habría que calificarlo como una hostilidad, sino discrepancia política con el PP, queremos reconducido. Para decirlo más claramente, creo que el consenso con el PP en Madrid y en Vitoria, en política antiterrorista es una necesidad, advirtiendo claramente que el PP tiene que jugar limpio y que no va a utilizar esto como cuestión partidaria en su política de acoso y derribo al Gobierno de Felipe González, Dejando esto claro, las estrategias hay que dibujarlas sobre el acuerdo, porque el PP es la alternativa al Gobierno y no podemos hacer políticas que estén zarandeándose en el curso del tiempo en esta materia.

P. La presencia de EA puede facilitar la vía del acercamiento con HB y, por lo tanto, el final...

R. Yo creo que no; esa no es la vía. La competencia entre partidos nacionalistas no deja mucho espacio para esa vía porque compiten por lo mismo; en todo caso, lo contrario.

P. O sea, que no ve muy claro compartir. la Mesa de Ajuria Enea con Floren Aoiz o Íñigo Iruin.

R. Con Floren Aoiz, no; pero con Iruin es posible.

P. El PSE va a gestionar alrededor del 15% del presupuesto. ¿Es eso un buen acuerdo?

R. Industria y Educación han sido muy disputadas. Al final nos han quedado unas materias que permiten hacer un discurso socialdemócrata y un discurso centrado en el electorado más tradicional. Economía, Justicia, Trabajo y Seguridad Social nos van a permitir protagonizar el diálogo social, estar en vanguardia de la formación y el empleo, y además, vamos a trabajar con las, diputaciones en bienestar social y en la lucha contra las drogodependencias.

P. Y también las principales peticiones del Parlamento vasco en materia de desarrollo estatutario: régimen económico de la SeguridAd Social, Inem, personal de la administración de Justicia...

R. Efectivamente. Mi propósito es colaborar con el vicelehendakari y asumir la dirección política que el acuerdo del Parlamento vasco impone a los partidos del Gobierno. Pero no seré ajeno a esta negociación y tengo algunas propuestas pragmáticas que permitan una transacción en estas materias en los próximos años.

P. ¿Puede comprometerse con su transferencia en los próximos cuatro años?

R. No soy yo quien tiene la última palabra. Hay materias que suscitan una diferencia doctrinal ideológica importante como la filosofía de concierto económico o caja única de la Seguridad Social. Sin renunciar a las posiciones de cada partido, quizás podamos avanzar por la vía del pragmatismo en acuerdos de gestión.

P. ¿Subrayar la vía del pragmatismo tiene algo que ver con la conjunción PNV-Eusko Alkartasuna?

R. Soy consciente que la incorporación de EA introduce algunos elementos que algunos interpretan como preocupantes. Efectivamente, creo que existe un riesgo, el que se produce como consecuencia de que EA pretenda expresar un discurso más nacionalista que el PNV y que éstos -PNV- tengan demasiado interés en que esas diferencias no se observen para diluir los proyectos respectivos, y que pasen a aceptar con facilidad posiciones extremas o radicales, en cuestiones como política educativa, lingüística, o a cuestiones de la esencia nacionalista. Sin embargo, el conjunto de los nacionalistas ha bajado 10 puntos, y por tanto, este Gobierno no puede ser más nacionalista, sino moderado y plural, como condición imprescindible a nuestra propia presencia.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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