Una de cal y otra de arena

Académicos y analistas de Wall Street están de acuerdo en que la devaluación del peso afectará poco al conjunto de la economía de Estados Unidos. Pero al mismo tiempo señalan que la decisión del Gobierno de Ernesto Zedillo de dejar flotar la moneda mexicana en los mercados internacionales significará que se venderán menos artículos estadounidenses en México mientras que más productos mexicanos empezarán a competir en el mercado estadounidense.Los expertos hacen hincapié en el tamaño reducido de la economía mexicana, un porcentaje pequeño de la de su vecino norteño, a la hora de medir las repercusiones de la devaluación. Nora Lustig, economista y especialista en temas de desarrollo económico en Latinoamérica en el Brookings Institute de Washington, califica el impacto colectivo de la devaluación como "insignificante". Sin embargo, reconoce que los sectores que fabrican bienes no perecederos se verán perjudicados.

Según Lustig, se va a notar un cambio importante en el comercio entre los dos países. Por un lado, la demanda de productos de Estados Unidos en México empezará a descender mientras que los artículos mexicanos serán más atractivos en Estados Unidos por sus precios bajos. Rudiger Dornbusch, profesor de economía en el Massachusetts Institute of Technology, mandó un mensaje parecido en una entrevista en el diario The Washington Post. Según Dornbusch, de los 40.000 millones de dólares de exportaciones a México en 1993, Estados Unidos puede perder alrededor de 10.000 millones de dólares, y las importaciones mexicanas pueden desplazar las ventas de productos estadounidenses.

Las primeras señales de tiempos difíciles para las empresas norteamericanas empezaron a salir el jueves, cuando Mattel Inc., una de los fabricantes más importantes de juguetes de Estados Unidos, anunció que los beneficios de 1994 serán bastante menos de lo calculado debido a la devaluación de la moneda mexicana. México es el quinto mercado internacional más importante de Mattel.

Los inversores también cambiarán. En opinión de Lustig, puede que los inversionistas de cartera huyan del mercado durante un tiempo. Sin embargo, se espera un aumento en la inversión directa. "Los activos serán aún más baratos en México, y la posibilidad de fabricar productos en el país vecino y mandarlos a EE UU aumentará".