Noche de Reyes, mimo muerto

Las faldas de la sotana se mojan en el agua que refleja las bombillas navideñas de la calle de Goya. Un cura bajito y desastrado baja hacia Serrano. Lleva boina y las orejas cubiertas por unos cascos; al pasar por la boca de metro se para ante los movimientos sincopados de un mimo que se alza en una plataforma. Vuelve a mirar, empuja al mimo en las rodillas y ve cómo se precipita en la boca negra del metro."Coño", dice el director Álex de la Iglesia, "coño", repite, y se levanta. La escena que ruedan de El día de la bestia, el nuevo largometraje del director de Acción mutante, acaba de estropearla un coche parado junto a la boca del metro. Es un curioso más que ronda. Tras los balcones que abrigan la escena del cura malo, los niños sueñan con los juguetes que encontrarán al amanecer en sus zapatos.

Por la calle bajan vecinos del barrio de Salamanca, como Carmen y Vicente, ya maduritos y elegantes, que buscan un sitio donde tomar roscón de Reyes. "Ya decía yo: qué raro, un cura vestido con sotana y con los cascos puestos", exclama la mujer. El citado cura, encarnado por Álex Angulo, es un estudioso vasco que descubre, después de 25 años, que va a nacer el Anticristo el 25 de diciembre de 1995. "Estoy haciéndome malo para encontrarle, destruirle y salvar el mundo", dice didáctico Álex.

"Salva, la gente que pasa, que mire, que haga algo", chilla el director.

Fin la siguiente muerte del mimo, los figurantes miran la hondura de la boca del metro. Ismael Martínez, el especialista que se esconde tras el rostro blanco, es un hombre de 21 años que también murió, como rey Baltasar, en la matanza de Reyes Magos que incluye la película.

Esto es como el deseo que tenernos de darle un bofetón a Macaulay Culkin, que es en lo que se han convertido las Navidades", dice Álex, que adelantó el inicio del rodaje al 1 de enero para aprovechar el alumbrado navideño.