BODA DE URGENCIA

José Ignacio y Luisa vuelven a estar unidos. El alcalde de Barakaldo, el socialista Carlos Pera, estrenó la potestad de oficiar bodas casando a esta pareja en un escenario y un horario inusuales para estas ceremonias. Era casi la medianoche del miércoles, en una austera habitación del hospital de Cruces, donde el novio estaba ingresado en estado crítico. Ante una enfermera y una auxiliar que actuaron como testigos, el enfermo susurró su consentimiento y, sin fuerzas para firmar, dio validez al documento matrimonial con la huella dactilar. Por segunda vez, José Ignacio, de 57 años, y Luisa, de 53, están legalmente casados. Su primer matrimonio naufragó en un divorcio, pero la pareja, padres de tres hijos, no tuvo reparos en darse otra oportunidad. La fecha elegida, el 13 de enero, y los preparativos se fueron al traste por culpa de un trastorno cardiaco complicado con una neumonía, que obligó a trasladar al novio al hospital. Allí hubo que buscar una solución de urgencia. La ley permite a los alcaldes celebrar bodas desde hace pocas semanas, así que los familiares de los novios requirieron la presencia de Pera en el centro sanitario. Sin perder tiempo, el alcalde se recorrió los 50 kilómetros que separan Laredo (Cantabria) de Barakaldo (Vizcaya) para cumplir con la obligación de unir a la pareja, convenientemente asesorado por tina juez más experta en casamientos civiles. "Nos esforzamos en poner todo el rigor para que la ceremonia se desarrollara con normalidad, pese a las circustancias", dijo Carlos Pera.