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Interior pagó con cheques incluso los sobresueldos de 20.000 pesetas

Los sobresueldos pagados en el Ministerio del Interior con cargo a los fondos reservados han dejado rastro en las cuentas corrientes. Incluso las gratificaciones menores, por importe de 20.000 pesetas, fueron abonadas con cheques del Banco de España, según han informado algunos beneficiarios. Aunque bastantes talones al portador fueron cobrados directamente en ventanilla, muchos de ellos llegaron a ser ingresados en cuentas corrientes. La juez Ana María Ferrer ha confiscado unos 700 talones del Banco de España correspondientes a todo tipo de uso de fondos reservados en el periodo 1986-1993.

Fuentes cercanas al ex secretario de Estado de Interior Rafael Vera admitieron ayer la existencia de centenares de talones con dinero procedente de los fondos reservados del ministerio, aunque, negaron que se destinaran a sobresueldos. Su empleo, dijeron, era el pago a confidentes y la compra de material secreto. Sin embargo, muchos beneficiarios de sobresueldos ingresaron los talones en cuentas corrientes, por lo que se podrá saber quiénes los cobraron.Los sobresueldos se pagaban a casi la totalidad de los policías, guardias civiles y altos cargos destinados en la Secretaría de Estado para la Seguridad. En los años ochenta, quienes menos percibían eran 20.000 pesetas mensuales. Un segundo escalón se situaba en cerca de 40.000 pesetas, y el siguiente, en unas 75.000 pesetas. Para los altos cargos más destacados del ministerio, como Luis Roldán, no había baremo.

El Banco de España, según ha podido saber este periódico, libró los talones confiscados por la juez Ferrer en conformidad con las normas establecidas para el uso de los fondos reservados por los responsables de Interior. La entidad no conocía el destino final que se daba a los talones.

Por otra parte, el juez Baltasar Garzón dispone, de material para reabrir varios de los sumarios de los GAL que en su día fueron archivados por falta de. autores conocidos. Las confesiones de los ex policías José Amedo y Michel Domínguez permiten esas reaperturas.

Páginas 13 a 16

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