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RESURGE EL 'CASO GAL'

Amedo y Domínguez están en la calle con "permiso indefinido" porque sus vidas corren "riesgo cierto"

Jorge A. Rodríguez

José Amedo y Michel Domínguez, únicos condenados en España por el caso GAL y ahora testigos de cargo, están en la calle con un permiso extraordinario e indefinido que les exime de la obligación de pernoctar en la cárcel como presos en tercer grado, que son. La juez de Vigilancia, Penitenciaria número 2 de Madrid, María del Prado Torrecilla, ha accedido a la petición de Baltasar Garzón para dar este beneficio a los ex policías porque, según ambos magistrados, "están en peligro" y hay "riesgo cierto para su integridad". Amedo y Domínguez, alegan, están más seguros durmiendo en sus casas que en prisión.

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Desde el lunes, los ex policías José Amedo y Michel Domínguez se encuentran en libertad provisional por el caso del secuestro de Segundo Marey -que esta semana ha llevado a la cárcel a tres ex responsables de la lucha antiterrorista-, y desde ayer disfrutan de un permiso que hace más llevadera la pena de 108 años que están cumpliendo, pese a que sólo han permanecido recluidos seis años (del 13 de julio de 1988 hasta el 26 de junio pasado).Curiosamente, la concesión del tercer grado penitenciario a Amedo y Domínguez fue criticada el 25 de febrero de este año por Baltasar Garzón, el mismo juez que ahora ha propiciado la mejora de tal situación, si bien a cambio de la declaración inculpatoria de ambos ex reclusos. Su testimonio ha llevado a prisión a Julián Sancristóbal, ex director de la Seguridad del Estado; a Francisco Álvarez, ex responsable del mando único antiterrorista, y a Miguel Planchuelo, ex jefe superior, de policía de Bilbao, como supuestos organizadores de los GAL. Garzón ha decretado la libertad provisional de Amedo y Domínguez por estar a disposición permanente de su juzgado -el de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional-, "que deberá autorizar cualquier movimiento" de los ex-agentes "mientras se mantengan las circustancias de riesgo actuales". Paralelamente, el magistrado ha pedido al Ministerio de Justicia e Interior medidas de protección y escolta para Amedo y Domínguez, así como que les costee "la manutención" y otras "prestaciones necesarias". Las fuentes consultadas del ministerio no pudieron precisar ayer cómo se ha concretado la alimentación de los ex policías."Debidamente protegidos"

Además, Garzón requirió al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria que adoptase las disposiciones oportunas para que los dos condenados quedaran eximidos de tener que ir a dormir a la cárcel cuatro noches semanales y tuvieran licencia para pernoctar en sus casas, "debidamente protegidos policialmente".

Hasta principios de esta semana, Amedo y Domínguez estaban obligados, tras trabajar en la calle, a dormir las noches de los lunes, martes, miércoles y jueves en el Centro de Integración Social (CIS) Victoria Kent, la antigua cárcel de mujeres del paseo de Yeserías de Madrid, ahora reconvertida en un recinto penitenciario para internos en régimen abierto. El resto de la semana podían irse a sus casas.

Cuando María del Prado Torrecilla recibió la notificación de Garzón, el lunes pasado, consultó al fiscal de Vigilancia antes de tomar cualquier decisión. El ministerio público no puso objeciones y la juez optó el martes por conceder a Amedo y Domínguez un "permiso extraordinario indefinido".La juez, única competente para tomar esta decisión, fundamenta su decisión en el artículo 47.1 de la ley Penitenciaria y en el 254.1 del Reglamento Penitenciario, que regulan la posibilidad de conceder este tipo de permisos extraordinarios e indefinidos por razones familiares graves y "por importantes y comprobados motivos, con las medidas de seguridad oportunas, salvo que concurran circunstancias excepcionales".

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El auto subraya que puede considerarse un importante motivo la situación de "peligro" en que se encuentran los ex policías -amenazados de muerte al menos por ETA- y "el riesgo cierto para la integridad y seguridad" de ambos que Garzón y Torrecilla repiten en sus resoluciones. En ningún caso se les podría haber concedido un permiso de salida ordinario, ya que este tipo de licencias exigen que lleven aparejadas un límite temporal de permanencia en la calle.

Limitaciones

No obstante, el auto de la juez de vigilancia impone algunas limitaciones. Los ahora testigos de Garzón tienen que estar sometidos a permanente vigilancia policial y guardar el mismo horario que en el CIS "sin perjuicio de que diariamente, de lunes a viernes, a hora no prefijada, deban presentarse en el centro penitenciario". Esto obligaría a los ex policías a llegar a sus domicilios a una hora inconcreta, pero antes de medianoche, y a no salir antes de las siete de la mañana del día siguiente.

Además, aunque el permiso es indefinido, impone otra limitación al indicar el auto que la licencia se mantendrá "mientras subsistan las actuales circunstancias de peligro". Por ello, reclama al titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, que informe inmediatamente cuando considere que esas circunstancias de riesgo han pasado. Esto supone que queda totalmente en manos del instructor del sumario del secuestro de Segundo Marey la decisión de cuándo Amedo y Domínguez tienen que volver a prisión.

La última noche que Amedo y Domínguez pasaron en la antigua prisión de mujeres de Yeserías fue la del pasado jueves. Desde ese día y hasta el lunes siguiente pudieron pernoctar en sus casas y la noche del lunes al martes la pasaron en las dependencias de la Audiencia Nacional, declarando sobre el secuestro de Marey en 1983. Cuando este asunto fue juzgado en Francia, los mercenarios franceses que perpetraron los hechos señalaron directamente a Amedo como la persona que les encargó el rapto.

Prisiones se suma al malestar de los sindicatos policiales

El creciente malestar en la policía por el encarcelamiento de tres ex altos cargos de la lucha antiterrorista se extendió ayer a Instituciones Penitenciarias. La petición de Garzón para que Amedo y Domínguez no vuelvan a prisión cayó como una bomba, justo el día en que se ofrecía la tradicional copa navideña en la sede de Asuntos Penitenciarios en la calle de Alcalá.Fuentes de prisiones consultadas ayer indicaban que la petición de Garzón y la resolución de la juez Torrecilla tienen una sola interpretación: "No se fían de los funcionarios de prisiones y piensan que están más seguros en sus casas que custodiados en un centro penitenciario, donde pueden estar a disposición del juzgado más fácilmente". Y, sin embargo, Francisco Álvarez, ex máximo jefe antiterrorista, fue llevado el día de su encarcelamiento a la prisión de Valdemoro (Madrid), donde no hay módulo especial para las fuerzas dé seguridad. Ayer fue trasladado al penal de Logroño.

Medios de Justicia e Interior se preguntaban también qué significa la orden de Garzón para que se provea "manutención" a los ex policías. "¿Qué coman en restaurantes y pasen la factura o que se les lleve la comida a casa?", interrogaba una fuente de Interior. En caso de que se esté intentando evitar un envenenamiento, otros medios subrayaban la dificultad de controlar todos los alimentos que tomen Amedo y Domínguez.

Por otra parte, los sindicatos policiales en Salamanca, ANPU, SUP, UFP y SPP emitieron ayer un comunicado de apoyo a Miguel PIanchuelo, comisario jefe de Salamanca desde 1989, en el que señalan que "sea cual sea el resultado de su detención, siempre contará con el respeto que ha sabido ganarse de todos los funcionarios", informa Ignacio Francia.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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