Velázquez
En el diario del 3 de diciembre aparece una, foto de la escultura de Aniceto Marinas frente al Prado con el título La mala pata de Velázquez. Resulta vergonzoso que con el despliegue de policía que acompaña las manifestaciones de los médicos se pueda producir tal barbaridad.Pero la mayor mala pata y mayor barbaridad quizá sea la que se realiza dentro del museo con la obra de Velázquez.
En la nueva remodelación pierde una gran sala, y permuta otra pequeña donde la iluminación era muchísimo más aceptable. El resultado es un apiñamiento de los cuadros sin ninguna lógica, ni evolutiva ni temática, y con una iluminación demencial, de focos que actúan a trozos y no permiten apreciar ni la entonación propia de la obra ni los valores cromáticos (reto a cualquiera a descubrir en el fondo del Cristo grande el color verde oscuro que apareció tras la limpieza).
El lugar que ocupaban anteriormente los cuadros cambiados lo ocupan ahora bodrios impresentables de escuela y peores aún: los de la escuela francesa. Para colocar todo eso es para lo que haría falta una ampliación de 20 museos.
Velázquez pierde también un cuadro: el Cristo pequeño, al que un estudio desafortunado de Carmen Garrido llega a quitarle la atribución. No es éste lugar para rebatir todas las apreciaciones ridículas; lo haré directamente a su autora.
Sin embargo, se mantiene en las salas de Velázquez un cuadro flojísimo, unánimemente rechazada su autoría: Felipe IV con un león a los pies.
Creo que todo ello es algo peor que mala pata.-
Pintor, escultor, grabador.
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