Navidad tutelada

Desde las nueve de la mañana de ayer, el final de la Gran Vía estaba completamente tomado por una chiquillería que se agitaba y gritaba nerviosa ante la impotencia de los mayores que les acompañaban. Eran 800 niños de 3 a 15 años que viven o pasan la mayor parte del tiempo en hogares infantiles o centros de acogida repartidos por la región. Esperaban que dieran las once para entrar en el cine Coliseum, donde se les dedicaba una gran fiesta de Navidad que, por segundo año, organiza la Asociación Proyecto XXI, una organización dedicada a preparar y llevar a cabo proyectos para personas necesitadas.Juegos, regalos, premios, payasos, toda la plantilla de Ábrete Sésamo, mucha cara conocida y una película fueron los ingredientes que se usaron ayer para animar la Navidad a estos niños a los que los problemas de sus padres -alcoholismo, toxicomanías o el cumplimiento de una condena en la cárcel- obligan a vivir en hogares ajenos bajo la tutela de alguna institución.

"A veces, es peor para ellos pasar la Navidad en sus casas. Para muchos es dramático pasar los fines de semana con sus padres", comentaba Eduardo Brunet, director de Proyecto XXI. Todos los miembros de esta organización son profesionales -abogados, arquitectos, economistas...- que aportan su experiencia profesional para poner en marcha diversas iniciativas. Sus contactos con distintas empresas les proporcionan los recursos necesarios.

Organizar la entrada de todos los niños en el cine no fue muy fácil. Duró casi una hora y en la operación intervinieron los voluntarios de Proyecto XXI, además de monitores de los centros que les acompañaban. Uno por uno recibían los regalos que han cedido empresas de juguetes: muñecas para las niñas, maquetas para los chicos, rompecabezas y cochecitios. "¿Necesita pilas?", preguntaba Seve, de 11 años, con el pianito que acababa de recibir en la mano. "¡Aluflipas!", decía brincando otro chiquillo con su tanque en la mano.

Epi, Blas, la rana Gustavo, el Monstruo de las Galletas y todos los personajes de Barrio Sésamo les daban la bienvenida. El enorme tamaño de estos muñecos no intimidaba a los pequeños: se les lanzaban al cuello y les daban besos, les tiraban de su piel de mentira, o les agarraban de la mano.Antonio Martín, Leticia Sabater, Miliki, Carmen Sevilla o el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manazno, fueron algunos de los que apoyaron el acto con su presencia. Los niños, ya acomodados en el patio de butacas -pero sin que los monitores consiguieran que se estuvieran quietos-, recibían a gritos a cada uno de ellos cuando subían al escenario para dedicarles unas palabras. Los mayores vítores fueron para Leticia Sabater, la única que consiguió segundos de silencio absoluto con sus palabras.

Lo que con, mayor entusiasmo esperaban todos era el comienzo de la película que les habían prometido: Milagro en la ciudad. Tuvieron que esperar a que se hiciera público el ganador del concurso de los dibujos con los que los niños debían contestar a la pregunta "¿qué es tu centro para ti?". El de Hortaleza se llevó la televisión gigante por un enorme cuadro en el que aparecía un colegio, el mundo y la bandera de la Comunidad de Madrid.