Antonio Flores y Percy Sledge plantaron al público madrileño
Ni Percy Sledge, en Revólver, ni Antonio Flores, en Caracol, pudieron ofrecer las intervenciones que tenían previstas para la noche del viernes prenavideño. El público, que no supo de las cancelaciones hasta estar acomodado en los lugares donde se iban a celebrar, las acogió con buen humor.
Percy Sledge es un monstruo soul, no cabe duda, pero su intervención en el concierto de los madrileños Cool Jerks iba a ser la de mero invitado en un par de canciones. El líder del grupo, Miguel Ángel Julián, avisó de la notable ausencia. Para ello alegó que, desde Florida, el manager internacional del intérprete de When a man loves a woman no había autorizado su intervención, pero aseguró que habían llegado a ensayar una tarde en Madrid, que Percy hubiera intervenido de no ser por esa contra-orden y que quería pensar que los que abarrotaban Revólver -gente muy joven de aspecto mod y miles de minifaldas sesenteras- lo hacían por ellos.
A tenor de que nadie abandonó la sala, así debía ser. Su concierto resultó caluroso. Miguel Ángel, que parecía el malo de una película de James Bond, conoce todos los guiños del soul, pero a su desgarrada voz le falta, precisamente, la credibilidad de un negro.
Lo de Antonio Flores es más bien un aplazamiento. El cantante se encontraba la noche del viernes con un tremendo trancazo y una elevada fiebre, pero estuvo en la sala hasta que manager, familia y compañía discográfica aconsejaron su aplazamiento hasta el día 26 en el mismo lugar. A quienes quisieron -los menos- se les devolvió el dinero, y los que se quedaron disfrutaron de la actuación de Sin I O Con O, donde se nutre el grueso de la banda de Antonio.
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