El PSOE confirma que apoyará a IU en las circunscripciones donde obtenga mayoría

El PSOE aprobó anoche su compromiso de apoyar a las candidaturas municipales y autonómicas de Izquierda Unida en las circunscripciones donde esta fuerza política sea la más votada, con el fin de evitar el acceso al gobierno del PP. El vicesecretario, de los socialistas, Alfonso Guerra, mostró su recelo sobre la oportunidad política de divulgar esta decisión con tanta anticipación, ya que supone enseñar las cartas. En la reunión se debatió el pacto con CiU, que, según el presidente del Gobierno, no responde a una alianza como tal, sino a "un diálogo permanente" con los nacionalistas catalanes sobre cada proyecto.

El comité federal del PSOE votó por unanimidad que el partido se plantee como prioridad "asegurar la articulación de mayorías de progreso en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos, respaldando a aquellos candidatos que garanticen el cumplimiento de este objetivo". El secretario de organización, Cipriá Ciscar, remachó esta tesis: "Los representantes del PSOE favorecerán siempre opciones progresistas parando a la derecha".El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, expresó sus dudas sobre si no era demasiado pronto para enseñar las cartas. La mayoría decidió que había que hacerlo así, porque en cada comunidad este sentimiento ya se había extendido, tanto por parte de los socialistas como por Izquierda Unida, con independencia de lo que Julio Anguita, coordinador general de IU, pudiera pensar.

El presidente del Gobierno, Felipe González, tuvo una intervención optimista respecto a las posibilidades de recuperación de votos. Cifró en una merma a sólo dos puntos la ventaja que. les lleva al PP, que, según afirmó, cuenta con un respaldo del 37%, frente al 35% los socialistas.

Más de 50 miembros del comité federal pidieron la palabra para responder o preguntar distintas cuestiones a González, después de escucharle una primera intervención de 30 minutos. Los pactos con CiU constituyeron el eje central de la jornada. Fue el gaditano Ramón Vargas Machuca quien forzó al secretario general una declaración sobre la naturaleza de las relaciones con CiU. El presidente del Gobierno le respondió que con CiU "no hay un pacto cerrado sino un diálogo permanente para cada asunto concreto". El líder socialista recordó que se había conseguido cerrar los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, pero que ahora empiezan nuevas negociaciones.

González también reconoció a Vargas Machuca que el partido pasaba por altibajos de ánimo poco convenientes. Este había alertado sobre "la disfunción emocional" que vivía el PSOE, dado que una semana la organización se sumía en la depresión y la siguiente se levantaba por culpa de elementos externos. En el fondo quería decirse que cada caso de corrupción deja al PSOE "inerme", según Vargas Machuca.

Agitar el espantajo

De la estabilidad también hablaron el ex ministro Enrique Múgica, dirigentes extremeños y el portavoz de Izquierda Socialista, Antonio García Santesmases. Este último pidió que no se abusara en agitar el espantajo "comunista-fascista", en relación a la famosa pinza urdida, según el PSOE, entre IU y el PP, sino que se hiciera un guiño de complicidad a los disidentes de la línea oficial de IU. Felipe González reconoció que: en el Gobierno había existido descoordinación al afrontar la figura del gobernador civil. De manera obvia, todos vieron la crítica hacia el ministro de Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, al lanzar este asunto no suficientemente maduro en el seno del Gobierno.Múgica pidió un cambio de Gabinete y provocó las risas de sus compañeros al describir de manera cómica las características del Gobierno actual, que llamó "tricolor": "Una parte la forman personas muy valiosas; otra, gente trivial, a pesar de que hablen con Mucha solemnidad". La tercera parte la componen "personas que sólo entusiasman a sus familiares", concluyó Múgica.

Finalmente, no hubo problemas para que Clementina Diez de Baldeón fuera nombrada secretaria de participación de la mujer en sustitución de Carmen Hermosín, consejera de Gobernación de Andalucía. En un primer momento, los guerristas intentaron que este puesto lo ocupara Matilde Fernández, pero no hicieron cuestión de ello. Todos aceptaron la propuesta de Cipriá Ciscar, secretario de organización, de que la ex ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández, se haga cargo de la política de emigración del PSOE, en sustitución de la fallecida Carmen García Bloise.

Clementina Díez, vicerrectora de la Universidad de Castilla-La Mancha, defendió la ampliación del aborto, con el objetivo de "humanizarlo y despenalizarlo". Previamente, González había asegurado que la ampliación de la ley del aborto se llevará adelante, aunque no guste a los nacionalistas catalanes.