Los serbios permiten pasar convoyes y la reapertura del aeropuerto de Sarajevo
Los serbobosnios permitieron ayer la entrada en Sarajevo de un convoy alimentario de Naciones Unidas con escolta armada y han dado luz verde a la reapertura parcial del aeropuerto de la capital bosnia, cerrado desde el 19 de noviembre. Ambas medidas parecen reflejar una suavización del estrangulamiento que han soportado durante las últimas semanas a los cascos azules. Ayer murió uno de los soldados bangladesíes herido la víspera en Bihac, al estallar en su blindado un cohete antitanque serbio. Otros dos están en situación crítica.
Nueve camiones con 112 toneladas de arroz y harina custodiados por dos blindados franceses llegaron sin problemas a Sarajevo, a pesar de que las milicias serbobosnias habían anunciado la víspera que se prohibía la circulación de convoyes humanitarios con escolta armada.La reapertura parcial del aeropuerto de Sarajevo le fue prometida el lunes en Pale al general Michael Rose, jefe de las fuerzas de la ONU. El portavoz militar de Naciones Unidas dijo ayer que en cuanto aquella sea operativa permitirá "la rotación de los cascos azules". A través del aeropuerto de Sarajevo pasa el 80% del socorro alimenticio.
Los serbobosnios pretenden condicionar una apertura sin restricciones del aeropuerto a que la OTAN renuncie a sobrevolar la parte de Bosnia que controlan.
Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen hoy en Bruselas para examinar los planes para una hipotética retirada de las tropas de la ONU, cada vez más improbable a corto plazo.Alemania, a la que como a los demás miembros de la OTAN se le ha pedido cooperación militar para esta eventualidad, no responderá probablemente antes de Navidad, según declaró ayer el canciller, Helmut Kohl.
Ayer murió en Zagreb uno de los cascos azules de Bangladesh cuyo blindado fue alcanzado la víspera por un proyectil de los serbios en Velika Kladusa, al norte del enclave musulmán de Bihac. De los otros cuatro soldados heridos en el ataque, dos permanecen en situación crítica.
La ONU asegura que las tropas de Bangladesh solicitaron una respuesta aérea de la OTAN tras el ataque, pero no se produjo. El propio secretario general de Alianza, Willy Claes, negó ayer que existiera tal petición.
Otro general británico, Rupert Smith, que adquirió notoriedad en la guerra del Golfo, sustituirá a finales de enero al actual jefe de los cascos azules en Bosnia, Michael Rose.
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