El PSOE insta a sus dirigentes a que no se dejen amilanar por el clima adverso

El PSOE insta a los dirigentes de su organización a que no se amilanen por el clima adverso que les rodea, sino que incrementen las propuestas políticas para los ciudadanos. Las urnas les pueden derrotar, pero no la inactividad, señala el informe político que desde hoy manejan todos los miembros del comité federal de este partido que se reunirá el próximo sábado en Madrid."Podrán derrotamos si hay, argumentos más convincentes, pero jamás deben lograr reducirnos al silencio", señala el informe. Se reconoce el desafecto que siente hacia el PSOE un sector importante de la sociedad, "sobre todo jóvenes". La corrupción -"hemos reaccionado tarde"- y la "esclerosis política" son sus enemigos para las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Los socialistas demuestran cierta desesperación al enumerar los proyectos políticos e iniciativas de los últimos meses, del Gobierno, del partido y del grupo parlamentario, y que, a su juicio, han tenido escaso eco público en la vida política por los casos de corrupción. Es en este contexto en el que se anima a seguir en la misma línea y no consentir que se les reduzca "al silencio".

Este informe servirá como base inicial del debate del comité federal, aunque será el secretario general del PSOE, Felipe González, quien abra la sesión del sábado con su visión de la situación política y la estrategia a seguir para las próximas elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo. El informe, elaborado por el equipo de análisis político del PSOE con el visto bueno del vicesecretario general, Alfonso Guerra, el secretario de organización, Cipriá Ciscar, y el presidente del grupo socialista, Joaquín Almunia, parte de reconocer el deterioro del apoyo del PSOE de los últimos 15 meses. Los escándalos de corrupción son citados como elemento fundamental.

"Se han producido casos muy graves de corrupción y hemos tardado demasiado en reaccionar y hacerles frente". "Hemos pagado por ello un importante coste en términos de apoyo electoral y de confianza ciudadana". Los socialistas quieren recalcar que "han asumido responsabilidades políticas "a través de las correspondientes dimisiones".

Los autores afirman que han aprendido la lección y que están decididos a combatir la corrupción "y eliminar cualquier vestigio de impunidad". El objetivo es hacer posible "que la corrupción deje de ser un motivo de preocupación ciudadana, que deje de monopolizar el debate público y de hipotecar la vida política".

Los socialistas consideran que lo anterior resultará difícil. "Hay fuerzas políticas y medios de comunicación decididos a que la sociedad no pueda librarse del asfixiante clima de los escándalos y tienen la firme voluntad de que en España no se hable de otra cosa".

"Para estos grupos, cegados por la rentabilidad económica y política de los escándalos, las acciones policiales y judiciales contra los corruptos no son prueba de la eficacia contra los comportamientos delictivos, sino motivo de jolgorio y pretexto para nuevos aspavientos". Las medidas legales contra la corrupción, añade el documento, "no son fuente de tranquilidad, sino ocasión para seguir hablando de corrupción".

Al Partido Popular y a Izquierda Unida se les llama "la coalición negativa", y sobre todo de los primeros echan en falta propuestas políticas instalados en el "cuanto peor Tejor". A Izquierda Unida se le dice que su actitud "desorienta en los sectores progresistas".