Ramón Cores, absuelto en el macroproceso, logra eludir el cerco policial en Galicia

XOSÉ HERMIDA Ramón Cores Candelas, absuelto en el juicio por la Operación Nécora, es el presunto cerebro de la organización que intentaba introducir en Galicia las 10 toneladas de hachís incautadas el jueves en un barco embarrancado en Finisterre (La Coruña), según confirmaron ayer fuentes de la investigación. La policía teme que Cores haya escapado tras no poder localizarle de madrugada en su casa, cuando se inició la redada dirigida por el juez Carlos Bueren.

Según fuentes policiales, Cores habría financiado el transporte de la droga desde Marruecos a Galicia en sociedad con el vecino de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), Humberto Rodríguez Prado, quien también estuvo procesado. Rodríguez sí fue detenido, junto a José Luis Torrado, el propietario del pesquero que transportaba la droga; el armador Rafael Fernández Regueiro, Lucho, y 16 personas más. Tras declarar ante el juez Bueren, 13 de los detenidos ingresaron ayer en prisión.

En el juicio por el caso Nécora, el fiscal pidió para Cores siete años de prisión y 60 millones de multa, acusado de almacenar hachís para la banda dirigida por José Paz Carballo. Cores tenía un pub en Vilagarcía y la policía sospecha que desde hace cinco años organizaba sus propias operaciones de narcotráfico.

Cores y Rodríguez habían alquilado el pesquero Alza al armador y reclutaron la tripulación en pueblos de La Coruña. El patrón del pesquero lo hizo embarrancar en una cala rocosa entre Cée y Finisterre en su intento desesperado de huir de las (los lanchas y el helicóptero de aduanas que les perseguían. "Un error de cálculo de unos metros y se hubieran matado", comentaban ayer marineros de la zona.

Los supuestos narcos se hicieron pasar por náufragos e incluso pidieron ayuda a los vecinos de las casas más cercanas. Submarinistas de Vigilancia Aduanera continuaron ayer sacando hachís del pesquero. El mal estado del mar dificultó los trabajos.