Los condenados por el 'caso Nécora' Oubiña y Paz Carballo, en libertad por orden judicial

Laureano, Oubiña Piñeiro y José Manuel Paz Carballo, condenados a 12 y 9 años en el macroproceso de la Operación Nécora, están en la calle desde el pasado miércoles por orden de la Audiencia Nacional, el mismo tribunalque los sentenció. Ambos salieron de la prisión de Alcalá-Meco, (Madrid) después, de que los responsables de este centro recibieran la comunicación -de¡ tribunal decretando su libertad sin más explicaciones. Oubiña y Paz Carballo han pasado cuatro años y medio enprisión como presos preventivos, ya que la sentencia no es firme al haber un recurso interpuesto. La Secretaría de Estado de Interior ha ordenado a la policía que establezca un servicio de vigilancia permanente sobre ambos "allí donde se encuentren".

Oubiña y Paz Carballo salieron de la prisión sobre el mediodía del pasado día 7, horas después de que llegara a la cárcel la notificación de la libertad, según fuentes de Alcalá-Meco. Estos medios precisaron que la orden de la Sección Tercera de la Audiencia Nacional se limitaba a señalar, en ambos casos, que se ordenaba la puesta en libertad, sin precisar más detalles. Oubiña, según las citadas fuentes, hizo inmediatamente "el petate".La Dirección General de Instituciones Penitenciarias confirmó ayer a EL PAIS la salida de prisión de ambos condenados por el caso Nécora pero tampoco pudo precisar el porqué.

No obstante, explicaron que posiblemente la Audiencia Nacional haya tomado esta decisión al haberse agotado el tiempo, con prórrogas incluidas, que legalmente pueden estar encarcelados en situación de reclusos preventivos. En este caso, ambos estarían en situación de libertad provisional, aunque el exhorto de la Audiencia Nacional no lo precisa ni el texto impone ninguna servidumbre. Tampoco aclararon si se les ha computado a efectos de cumplimiento de penas las posibles redenciones por trabajos en prisión.

Cuatro años y medio

Oubiña Piñeiro y Paz Carballo están encarcelados desde junio de 1990, por lo que han pasado en presidio casi cuatro años y medio. Oubiña fue detenido en junio de 1989 por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Posteriormente fue condenado por dicha audiencia a seis años y un día de prisión por receptación de dinero procedente de la droga y a otros seis por dos delitos fiscales, además de varias multas por 1.200 millones.

Paz Carballo fue sentenciado por el mismo tribunal a nueve años de cárcel y multa de 50 millones por un delito de conspiración tipificado en el artículo 4 del Código Penal y en relación con el artículo 344 sobre tráfico de drogas. Ninguno de los dos, en cambio, fue sentenciado por delitos contra la salud pública (narcotráfico). La sentencia, en la que se condenaba a 30 de los procesados, se hizo pública el 27 de septiembre pasado.

Sin embargo, esta sentencia no es todavía firme, ya que se encuentra recurrida ante el Tribunal Supremo, entre otros, por el fiscal antidroga, Javier. Zaragoza, que lo hizo en casación. Por esta razón no pudieron recibir una calificación de grado penitenciario y permanecían todavía como preventivos. En esta situación no pueden permanecer encarcelados más de la mitad de la pena total impuesta.

Las citadas fuentes de Alcalá-Meco no tenían constancia de que a la salida de la prisión esperara a Laureano Oubiña algún tipo de escolta o grupo de seguimiento policial. De hecho, la policía no había recibido ninguna notificación de la Audiencia Nacional sobre la puesta en libertad de Oubiña y Paz Carballo ni había recibido orden alguna para someterlos a vigilancia.

Según fuentes de Interior, la viceministra Margarita Robles ordenó ayer la "inmediata" puesta en marcha de un dispositivo policial de seguimiento permanente a Oubiña y Paz.

Oubiña pidió el pasado 10 de enero, durante la fase final del juicio de la Nécora, que se le concediera la libertad provisional, lo que le fue denegado. A finales de abril, la misma Sección Tercera de la Audiencia Nacional que ahora lo ha puesto en libertad le otorgó permiso para pasar tres días en un chalé con piscina de Carabaña (Madrid) "en prisión atenuada" bajo vigilancia. Sin embargo, este permiso fue anulado por un recurso interpuesto por orden del entonces fiscal general del Estado, Eligio Hernández. La anulación provocó a su vez un re curso del abogado de Oubiña, Manuel Tuero. Oubiña estaba inscrito en el Fichero (de Internos de Especial Seguimiento (FIES) y, por tanto, sometido a un duro régimen carcelario al ser relacionado por Asuntos Penitenciarios con el narcotráfico. Hace unos días pidió a un juez que ordenara que se le sacara de ese fichero, argumentando que no está condenado por tráfico de drogas.

Por otro lado, la Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios considera que no hay funcionarios de la cárcel de Alcalá-Meco implicados en la introducción en este recinto del teléfono móvil que le fue hallado el pasado 17 de noviembre a un presunto colaborador de José Ramón Prado Burgallo, Sito Miñanco.

El colombiano Hernando Gómez Ayala, en prisión preventiva por su supuesta implicación en el asesinato de Manuel Baulo -ocurrido el 12 de septiembre en Cambados- fue sorprendido en su celda con un teléfono.