_
_
_
_

Los jubilados británicos, a favor de la eutanasia

Según dos sondeos, los mayores temen sobre todo depender de los demás

Isabel Ferrer

El caso de un hombre de negocios en coma irreversible desde hace cinco años por culpa de un error médico ha reavivado en el Reino Unido la polémica acerca de la legalización de la eutanasia. Su esposa se niega a que sean desconectados los aparatos que le mantienen vivo, de manera que el hospital está pensando en acudir al Tribunal Supremo para poder hacerlo. Mientras esta situación se resuelve, 2.500 pensionistas y casi 4.000 familiares y amigos de personas agonizantes acaban de manifestarse, a través de dos sondeos de opinión, a favor de adelantar una muerte segura.

De las opiniones de pensionistas y familiares de enfermos, plasmadas en sendas encuestas, se desprende que el miedo a depender de los demás, y no tanto el dolor físico, mueve a los partidarios de la eutanasia a solicitar su autorización.En el caso de los jubilados, que contestaron a las preguntas de la revista de la tercera edad Yours, la pérdida de independencia constituye el principal motivo para desear la eutanasia. Con un promedio de edad de 69 años, nueve de cada diez personas de este grupo cree que un enfermo terminal debe disponer libremente de sus últimos días. Según los editores de Yours, un 92% sostiene que los médicos tienen que poder ayudar al enfermo; un 89% no está de acuerdo con la actual legislación que prohíbe la eutanasia, y otro 801/6 asegura que ya ha comunicado sus deseos a una persona de confianza.

El otro sondeo incluyó a familiares y amigos de enfermos fallecidos desde 1991. Un 28% reconoció que hubiera preferido adelantar la muerte del ser querido que sufría. Entre los -propios pacientes que expresaron sus deseos antes de fallecer, un 24% se mostró partidario de elegir su final. De este estudio, sin embargo, se desprende también un detalle significativo: los maridos y esposas de los enfermos fueron los más reticentes a la hora de preferir una muerte rápida. Los amigos de la víctima, sus vecinos y, sobre todo, el personal que le atendía tenían menos problemas frente a la eutanasia.

El caso del paciente en coma ilustra este último dilema. Su estado vegetativo dura ya un lustro y es consecuencia de un error en la anestesia durante una operación. El centro médico responsable del mismo ha indemnizado ya a la familia comprometiéndose a atenderle hasta que muera.Ahora, sin embargo, estudia retirar las ayudas artificiales si los tribunales están de acuerdo. Una persona en coma irreversible puede permanecer hasta 30 años en dicho estado. En estos momentos, más de un millar de británicos se encuentra en esta situación y atenderles supone un coste millonario.

Dependencia insuperable

En los casos de eutanasia resueltos durante los cuatro últimos años en el Reino Unido no ha habido encarcelamientos. El sistema legal vigente permite que el magistrado estudie cada uno en particular para averiguar si se actuó "en beneficio del enfermo". A esta cláusula podría acogerse el hospital que cuida del paciente comatoso. La negativa de la esposa a permitir cualquier cambio en el tratamiento puede, de todos modos, complicar la situación. Según el Colegio de Abogados, si la familia no está de acuerdo y quiere mantener con vida al paciente, interpondrá a su vez una demanda. Ello no sólo enconará la situación, sino que dilatará el. proceso.Para los enfermos que sí pueden expresar sus deseos, la situación es algo distinta. Por un lado, la edad juega un papel importante (por encima de los 85 años aumenta el deseo de morir "con rapidez y dignidad".

El miedo a depender de los demás, por otro lado, aparece como insuperable para la mayoría, jóvenes o ancianos. Para los británicos contrarios a la eutanasia ello demuestra que no emiten un juicio libre. Si Sanidad invirtiera más fondos en mejorar las ayudas a enfermos terminales y ancianos, y si la presión social no les hiciera sentirse inútiles, o una pesada carga, las peticiones de eutanasia disminuirían sensiblemente, dicen.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_