Tres crónicas desafortunadas
Cualquier periódico conoce muy bien la hipersensibilidad de los políticos cuando se escribe de ellos. Y habría que preguntarse hasta dónde las quejas de un político pueden ser consideradas como las de un simple 'lector. Pero este departamento tiene que escuchar cualquier queja que le llegue, sin distinciones.Esta vez han sido dos formaciones políticas las que han acudido al Defensor del Lector al sentirse injustamente tratadas en nuestro diario: José María Aznar, presidente del Partido Popular, y Luis María González, coordinador de la Asamblea de Medios de Comunicación dé Izquierda Unida de Madrid.
Partido Popular
El presidente del PP, en una conversación con el Defensor del Lector, se ha quejado de la crónica, aparecida en la sección de Economía del 24 de noviembre pasado titulada Aznar dice ante inversores nacionales y ex tranjeros que la competitiviad de la economía española es baja, firmada por S.A. / C. M.
Según el líder del Partido Popular, dicha crónica "desvirtúa sustancialmente" lo que él dijo, cosa que, dada la autor¡dad de la que goza EL PAÍS, le ha procurado", dice, "graves problemas tanto dentro como fuera de España". La crónica comenzaba afirmando: "El presidente del PP, José María Aznar, pintó ayer, ante un nutrido grupo de inversores nacionales y extranjeros, representantes de embajadas, multinacionales y bancos, un panorama muy negro de la economía española". Y añadía: "Aznar dijo que la economía productiva española es poco competitiva, presenta rigideces en los mercados y servicios básicos, hay una falta de ahorro, un excesivo tamaño del sector público y una deficiente estructura empresarial". Pero resulta que la conferencia pronunciada por Aznar, organizada por el diario económico británico The Financial Times, se inicia con estas palabras: "Desde el comienzo de mi intervención, quiero dejar constancia de mi absoluta confianza en el futuro de la economía española. En estos tiempos un tanto convullos en los que, a veces, el ruido del ambiente impide oír los sonidos profundos de las cosas, es conveniente decir desde el principio lo que parece sustancial. Y en mi intervención de hoy, lo más sustancial es esto: la esperanza fundada, una sólida confianza en el positivo desarrollo de la economía española en el futuro". Y añade: "España tiene todavía atractivo para captar capital extranjero ( ... ), porque aquí existe un gran potencial de crecimiento y un gran potencial de negocios". Y concluía en el mismo tono. La crónica, al revés, apostillaba que las palabras de Aznar habían sido "todo un antídoto contra la inversión extranjera". ¿Quién lleva entonces razón?
Miguel Ángel Noceda, uno de los responsables de la sección de Economía, afirma que "el título es el resumen del panorama descrito por Aznar". Y añade: "En la información no nos limitamos a hacer un periodismo declarativo, sino que consideramos importante reflejar el contexto. en el que se produjo la intervención de Aznar. Lo que dijo, dónde lo dijo, cómo lo dijo y cómo fue recibido".
El Defensor del Lector ha podido constatar que, en efecto, excepto la apostilla sin duda un pecado contra el Libro de estilo por aparecer en una crónica-, es cierto que todo lo que se dice en ella lo afirma también José María Aznar en su conferencia.
En ese sentido sí es verdad que hasta el título es correcto, ya que en su conferencia, Aznar dice textualmente que el primer punto débil de nuestro sistema productivo "es sin duda la baja competitividad de nuestra producción, denunciada en la casi totalidad de los informes internacionales sobre la materia", y que otras debilidades son "la excesiva rigidez de nuestros mercados", la carencia de un nivel suficiente de ahorro" y "el excesivo tamaño y la relativa ineficiencia del sector público".
El problema, pues, no es lo que se afirma en la crónica (en la que no existen falsedades), sino lo que se calla.
Porque es verdad que subrayar de una conferencia de 20 folios sobre todo los párrafos de crítica sin hacer alusión alguna al tono positivo global con el que el orador afirma machaconamente "su confianza en el futuro de la economía española" resulta como mínimo, desafortunado con el rigor que tiene que tener toda información contrastada, completa y veraz.
A ello hay que añadir que en dicha crónica se contradicen las normas de estilo al poner en boca de "altos responsables de instituciones financieras españolas y extranjeras" anónimos juicios de valor, todos ellos negativos y que sólo aportan opiniones.
De hecho, Noceda reconoce que la crónica podía haber sido más completa: "Eso probablemente ha sido un error nuestro, al igual que debíamos haber evitado entrecomillar juicios puestos en boca de personajes no identificados".
Izquierda Unida
La primera crónica sobre IU cuestionada por los lectores es la del 20 de noviembre, en la página 3 de la sección de Madrid, titulada Izquierda Unida torpedea sus expectativas de éxito, firmada por José Manuel Romero. La entradilla empieza, diciendo: "Los gobernantes de Izquierda Unida en Madrid tocaron el cielo el pasado 10 de junio al superar en los comicios europeos su techo electoral... ". Tratándose de una información sobre la IV Asamblea Regional de Izquierda Unida, no cabe duda de que tanto el título como la entradilla vulneran la norma que exige que los títulos "respondan fielmente a la información", sin establecer nunca "conclusiones que no figuren en el texto", y que la entradilla "contenga lo esencial de la infórmación". "¿No es inusitado", se pregunta Luis María González, "que una formación política torpedee sus propias expectativas de éxito?'.
José Manuel Romero reconoce que el título del artículo "no fue el más acertado"., Y que todo él ("que dicté por teléfono y no pude editarlo personal mente") tenía que haber - sido más bien un "reportaje" incluso en la confección, que no una "crónica propiamente'dicha".
Pero el problema es que apareció como una crónica y así la han valorado los lectores.
El otro artículo sobre Izquierda Unida incriminado es el del 21 de noviembre, en la sección de España, página 20, firmado por Rodolfo Serrano y Javier Rivas, titulado: La ofensiva de IU en el 'caso Palomino' destapa las divisiones internas en la coalición de Anguita.
Varios lectores se han quejado telefónicamente y por escrito del uso que en dicha crónica se hace de "diputados y dirigentes de Izquierda Unida", en plural y anónimos, para lanzar, y entrecomillas, críticas muy duras al Grupo Parlamentario de IU, a algunos de sus diputados y especialmente a Julio Anguita, de quien se llega a subrayar "su odio enfermizo" hacia el presidente del Gobierno. Se dice también, en boca de anónimos, que en el grupo de IU "no hay ni dirección ni estrategia", que "el malestar se centra en una dirección errática, sin fuerza ni rigor político". Los lectores han recordado a este departamento el párrafo 1.18 del Libro de estilo, que establece: "Hay que evitar el recurso de disimular como fuentes informativas aquellas que sólo aportan opiniones". Y es verdad.
Mariló Ruiz de Elvira, redactora jefa de la sección de España, recuerda, sin embargo, que, "cuando los informadores observan fuertes discrepancias en el seno de un grupo político, suele ser casi imposible que los interlocutores más críticos les autoricen a citar su nombre. Y, dado que su obligación es transmitir al lector, eventual votante, el ambiente que reina en el seno de dicho grupo, una de las formas de describirlo es reproducir frases por ellos pronunciadas". Pero Mariló añade: "Sí creo, sin embargo, que las frases tienen dueño y que es obligación del periodista dejar constancia, con la mayor claridad posible, de quién las pronuncia".
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