Dominicanos

Cuando observo la situación que estamos viviendo los dominica nos en España, especialmente en Madrid, me siento humillado, ultrajado, desacreditado y minimizado de una forma degradante. Quiero hacer saber a toda la comunidad española que los dominicanos somos personas dignas, honradas, trabajadoras, y que si hemos venido a España, es porque quizá nuestro nivel de vida no era el más apropiado. Debo resaltar, además, que en todos los países existen personas degeneradas y delincuentes que tratan de poner en entredicho los niveles de desarrollo, político, cultural, educativo y moral sobre todo un pueblo; pero esto no quiere decir que todo ese pueblo tenga la culpa de los problemas que causan esta mínima parte de su población.

Hago un llamado como un humilde dominicano que soy, para que detengan de una vez por todas el asedio, la persecución y el descrédito que contra los dominicanos se lleva a cabo en Madrid.

Orense, zona donde habitualmente nos reunimos los dominicanos los fines de semana tomando una copa o bailando el merengue, se ha visto asediada de forma humillante y antisocial por la Policía Nacional a tal extremo, que hemos presenciado cómo se golpeaba a un español que defendía el derecho que tenemos a vivir y a divertirnos los dominicanos en España.

¿Por qué la policía sólo instrumenta y ejecuta redadas en los cinco locales de salsa y merengue de la calle Orense?

Santo Domingo fue una colonia española durante 323 años y los españoles no salieron mediante una guerra. En la actualidad, en Santo Domingo, hay una colonia española que iguala o supera en número a la que hay en España de dominicanos, pero con la diferencia importante de que en Dominicana somos alrededor de ocho millones de habitantes y en España nos quintuplican, lo que supone que allá hay cinco veces más españoles que dominicanos en España.

¿Conocen ustedes, autoridades españolas, el trato que se les da a sus colonos en Santo Domingo? No les perseguimos, no les asediamos con redadas innecesarias; viven como reyes, dueños y señores del país. Llegaron a nuestra patria como humildes inmigrantes trabajadores de la tierra y con el apoyo del Gobierno dominicano. Trajeron consigo la discordia y la desesperación del campesino nativo que fue desalojado de sus tierras por el Gobierno para ubicar a los inmigrantes españoles y así nuestro Gobierno, poder quedar bien ante la opinión mundial y especialmente ante España..

Espero que mis palabras no caigan en vacío. Esto no es en de fensa de los locales de diversión, sí en defensa de los dominicanos, en defensa de nuestra dignidad, de nuestra moral, porque no somos delincuentes ni traficantes de drogas. Nos merecemos res peto como todo ciudadano.-