Cuatro niños paralíticos, conminados en un bar de Granada a estar cara a la pared por babear

Cuatro niños paralíticos cerebrales, con edades comprendidas entre los ocho y los 16 años, fueron conminados el pasado viernes por la dueña de un bar, en Armilla (Granada), a que se volvieran contra la pared porque su aspecto era "desagradable" para la clientela y "babeaban". Aquélla, Valentina García, espetó ayer: "¿No son seres especiales que están en sitios especiales? Pues hay momentos en que no pueden participar con la gente que no es especial".La madre de uno de los niños afectados, que ha presentado una denuncia, declaró a su vez: "No son tiempos de sacar a mi hijo a la calle con capucha".

El incidente ocurrió hacia las 11.30 horas. Cuatro educadoras, que acompañaban a los menores, decidieron entrar en la cafetería Caryán a tomar un refresco. Carmen Espínola, una de éstas, fue la primera que pisó el establecimiento empujando la silla de ruedas de uno: "No nos dio tiempo a pedir nada. La dueña salió a mi paso y me dijo que su mala imagen perjudicaba a la clientela. Luego, ordenó que los volviéramos de espaldas porque su aspecto era desagradable para los que estaban desayunando".

La respuesta, dice, fue inmediata: "Le dijimos que, con esa actitud, estaba relegando de la sociedad a los niños y optamos por marcharnos". Sin embargo, ninguno de los clientes protestó. "Estos jóvenes, aunque tienen dañado el sistema psicomotriz, entienden perfectamente lo que ocurre a su alrededor. Por eso decidimos llevarlos al colegio [el centro de educación especial Jean Piaget, a un centenar de metros] y volver dos de nosotras para presentar una reclamación", añadió.

"Aquí han estado otras veces y no ha habido ningún problema. Sólo les pedí que pusieran a uno de esos seres especiales, como se los llama en la reclamación, de espaldas porque: venía babeando", dijo ayer la propietaria del local. "Yo entiendo que existen niños de ese tipo y que sus familias sufren con ello, pero esto es un establecimiento público en el que estaba todo el mundo desayunando. Que conste que, de aquí, no se expulsó a nadie", agregó.