Luzón pretende sacar a Bolsa otro 30% del capital público de Argentaria en 1995
El presidente de Argentaria, Francisco Luzón, anunció ayer en Bruselas su propósito de realizar, a lo largo de 1995, una tercera operación de salida a Bolsa del grupo bancario público. Luzón cifró esta tercera privatización de Argentaria en torno al 30% de las acciones, de manera que el Estado retendría únicamente un 20% del capital del grupo. Pero no estableció calendario ni adelantó condiciones.
Esta tercera operación sería la más ambiciosa. En la primera, salió a Bolsa un 24,9% de las acciones y otro un 24,9% en la segunda. Su concreción, calendario y condiciones, dependerán de "la evolución de los inercados", especialmente de que se aclare 1a actual volatilidad de los tipos de interés", indicó el presidente del grupo.El reparto ideal del capital, para Luzón, está en un mantenimiento de la presencia del Estado en un nivel "no inferior al 20%" (actualmente es del 50,20%), con objeto de "garantizar la estabilidad" del grupo; un paquete máximo del 30% en manos de inversores extranjeros (que ostentan hoy el 21%); y un 50% en posesión del ahorro nacional.
Estratégicamente, argumentó Luzón, el grupo reforzará su orientación de actuar en los mercados de capitales -siguiendo el desplazamiento de los depósitos de las cuentas individuales a las instituciones colectivas- y hacia una "banca de clases niedias", desechando completamente los restos de la herencia de banca industrial y pública, de cuando los bancos componentes del grupo eran estrictos instrumentos de la política económica.
De ello se derivan dos consecuencias. Primera, que filosóficamente, "no existe ninguna razón" para que Argentaria mantenga al sector público en su capital. La conveniencia de que se mantenga viene más bien de "razones empresariales": garantizar la estabilidad del grupo. Segunda, la necesidad de reorientar la actividad, primando la banca tecnológica y el capital humano sobre la red tradicional de oficinas: banca directa, telefónica y por cable, telemercadotecnia.
Fusión no descartada
El objetivo es aumentar el peso del grupo en el conjunto de activos financieros de los españoles, que "ascendían en 1985 a 32 billones de pesetas, lo que equivalía a 1,5 veces su renta bruta disponible anual" y en 1993 habían ascendido "a 77,5 billones, 1,8 veces su renta disponible", existencias que se han desbancarizado, según dijo Luzón en una conferencia en el Instituto de Estudios Europeos de Bruselas.Luzón aseguró que Argentaría "se mantiene abierto" a cualquier posibilidad de absorción de algún gran banco, "siempre que sea rentable", dado su "enorme potencial patrimonial" cifrado en 600.000 millones de recursos propios, "200.000 millones más de los que necesitamos". Dada la persistencia de su interés en expansionar la red (tiene un plan para establecer 200 oficinas nuevas), lo que no pudo lograr al perder la subasta de compra de Banesto. "Pero lo que nos interesa primordialmente es comprar una red de clientes más que de oficinas" en el sentido estricto de puntos de venta.
El presidente de Argentaria reclamó también reformas, que no concretó, en el marco legislativo español, que den una mayor "transparencia y responsabilidad" al sistema, evitando casos "corno los de Banesto o el entorno de Javier de la Rosa". Esa mayor exigencia resulta indispensable para "consolidar la orientación de la banca española hacia el desarrollo de los mercados de capitales en España", sin los cuales "las empresas españolas se quedarían sin financiación" porque los recursos irían a otras opciones. Luzón inauguró ayer la, Oficina Institucional de Europa del Banco Exterior, que desplegará una serie de servicios para agilizar las relaciones financieras entre la Unión Europea y las administraciones españolas.
