Los 74 minutos del discurso
El socialista Joaquín Leguina, único presidente que ha tenido la Comunidad de Madrid (nacida el 2 de mayo de 1983), quiso ayer comparar su gestión con la del regidor de Madrid, José María Alvarez del Manzano, para así poder criticar al PP. A ese fin dedicó el 10% (siete minutos) de su intervención, rescatada de un discurso -hecho por él mismo- en cuya lectura empleó 74 minutos.Entreveró las explicaciones sobre lo hecho con aceradas críticas al gobierno del PP en el Ayuntamiento de Madrid. Habló de integración social, de respeto a los inmigrantes y del 0,7%; recordó que, desde siempre, su Gobierno envió dinero al sur más necesitado de América y recibió 1as caricaturas más obscenas por parte del Partido Popular". Dicho esto, recordó: "Ha bastado que se produjera una movilización en torno al 0,7% y se comprobara, mediante la correspondiente encuesta, que era bien recogida entre la juventud, para que quienes antes habían lanzado sapos y culebras contra las medidas de cooperación internacional apoyaran el 0,7% con el mayor de los desparpajos". Después de la reflexión, disparó su invectiva: "Repugna la falta de rigor y de coherencia [del PP], pero repugna aún más el vale todo que late detrás de ello, la confusión que allí se predica".
Leguina se puso notable en el examen a su gestión. Y detuvo su discurso (ver gráfico) en la situación económica -"mejor, aunque no cabe esperar muchas alegrías"-, las políticas sociales -"estamos haciendo camino al andar"-, y el medio ambiente.
Disciplina viaria nula
Las estocadas volvieron cuando Leguina circuló por las calzadas de la capital: "No sólo la disciplina viaria es nula, no sólo se destruyen los carriles reservados al transporte colectivo, sino que se anuncia por quien quiere, puede y manda un combate contra la inseguridad ciudadana basado en abrir al tráfico rodado las pocas calles peatonales que quedaban en el centro". En la piel del peatón, el dirigente socialista encontró el tono verde para poner rojo al dirigente municipal: "De esta forma, seguiremos viviendo en un entorno en el que el nivel de ruidos y de contaminación daña la salud, seguiremos consumiendo inútilmente energía. Ha llegado la hora de decir basta a esta tiranía motorizada". Leguina vive en Chamberí.
