Una compañía sin plan estratégico
La empresa pública que gestiona los ferrocarriles de vía estrecha tiene competencias sobre las líneas que subsisten en el entorno de las grandes poblaciones del Cantábrico y un tramo en Cartagena (Murcia). El resto de las líneas se ha cerrado o traspasado a las comunidades autónomas, como en el caso de Cataluña, la Comunidad Valenciana o el País Vasco.La empresa sostiene a unos 2.000 trabajadores, una cantidad considerada excesiva por sus gestores. A lo largo del año 1993, 200 miembros de la plantilla causaron baja con incentivos.
Feve depende del Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (MOPTMA), a través de la Secretaría General de Transportes, puesto que desde abril de 1991 ocupa Manuel Panadero.
La vinculación de Panadero con el transporte viene de lejos, ya que en 1982, cuando los socialistas llegaron al poder, fue nombrado director general de Transportes.
Feve es una de las escasas empresas públicas dependientes del MOPTMA que no tiene plan estratégico de empresa. Sus trabajadores y directivos lo lamentan, ya que ese instrumento compromete a sus gestores a fijar unos objetivos y a responsabilizarse de su cumplimiento.
Desde mediados de octubre, su presidente, Gonzalo Martín Baranda, procedente de la dirección de Renfe en la etapa de Julián García Valverde, ha introducido una reestructuración que ha supuesto la eliminación de las gerencias regionales y el envío a puestos de inferior nivel de la mayoría de los directivos firmantes de las cartas al presidente en junio pasado. Alguno ha sido despedido. Feve denunció la semana pasada ante los juzgados la sustración de documentos internos.
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