La oposición pide más cambios en el Gobierno catalán tras el cese de Cullell

El cese del consejero Josep María Cullell no acallará las voces de la oposición, que exige más responsabilidades al Gobierno de Jordi Pujol por diversos escándalos políticos. Cullell, acusado de tráfico de influencias, dimitirá hoy.Socialistas, independentistas, ex comunistas y conservadores consideran, con matices distintos, que la dimisión de Cullell no cierra ni el escándalo de su propio caso ni, mucho, menos aún, los suscitados por los casos De la Rosa y Planasdemunt, que afectan de forma especial al consejero de Economía, Maciá Alavedra.

Contra los deseos de la oposición, Pujol ha decidido el relevo puntual de Cullell, según fuentes del Gobierno catalán. Pujol deja para más adelante una eventual reestructuración que podría afectar a Alavedra y a los consejeros de Gobernación, María Eugenia Cuenca, y Justicia, Antoni Isac, según fuentes nacionalistas.

El sustituto de Cullell podría ser designado hoy mismo. En medios convergentes han circulado los nombres de José Manuel Basáñez y Albert Vilalta como probables sucesores. Basáñez fue consejero de Economía y hoy es alto directivo de ACESA, concesionaria de autopistas controlada por La Caixa. Vilalta es consejero de Medio Ambiente de la Generalitat, de modo que si fuese el elegido, quedaría al mando de un gran departamento netamente inversor con competencias sobre política territorial, obras públicas y medio ambiente. Vilalta aseguró ayer que no sabía nada al respecto.

Las conversaciones que Cullell ha mantenido en las últimas horas con los portavoces parlamentarios de la oposición no han sido baldías. Si Cullell presenta su dimisión esta mañana, la oposición renunciará a ensañarse con él.

Cullell sostendrá en la Cámara que no medió en una operación urbanística en Sant Pere de Torelló en beneficio de su cuñado. Cullell se siente como un chivo expiatorio de escándalos de mayor envergadura que afectan a otros miembros del Gobierno de CiU.

Esto mismo está provocando disgusto en algunos sectores próximos a Pujol, que advierten con malestar cómo otros dirigentes nacionalistas parecen haber recibido con alivio el caso Cullell y estarían utilizándolo como parapeto.