Los laboristas irlandeses deciden hoy su permanencia en el Gobierno
Un suplicante Albert Reynolds pidió perdón ayer ante el Parlamento irlandés (Dail), por los errores cometidos y apeló a la fragilidad de la paz conseguida en Irlanda del Norte para convencer a los miembros del Partido Laborista de que no abandonen el Gobierno. Tras la emotiva intervención del primer ministro de la República de Irlanda, líder del Fianna Fail, no hubo respuesta por parte del líder laborista, vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Dublín, Dick Spring.Los laboristas, que mantienen la coalición de Gobierno con el Fianna Fail desde hace 22 meses, han preferido darse un plazo de, 24 horas y analizar en frío los pros y contras, de un abrupto abandono del Ejecutivo. Sin embargo, el pesimismo era palpable ayer entre los parlamentarios de este partido, lo que no permite albergar demasiadas esperanzas sobre la posibilidad de que Spring de una respuesta positiva a Reynolds.
La única prueba convincente de los deseos del primer ministro de mantener la actual coalición hubiera sido una imposible marcha atrás en la decisión que ha llevado a la presidencia del Tribunal Supremo irlandés a Harry Whelehan, hasta ahora Fiscal General. Algunas de las actuaciones de Whelehan en ese puesto despertaron la indignación del Partido Laborista que ha visto ahora impotente como escalaba la pirámide judicial por expresa decisión de los miembros del Fianna Fail que integran el Ejecutivo.
La delicada situación del Gobierno irlandés es motivo de preocupación también para los grupos paramilitares del Ulster. Ayer, tanto fuentes del Í IRA como de los sectores protestantes expresaron su inquietud por la crisis que puede hacer saltar en mil pedazos al Gobierno Reynolds.
En el Reino Unido, donde el primer ministro John Major perdió ayer a dos de sus colaboradores, repentinamente dimisionarios, existe un considerable interés en torno a una crisis con claras repercusiones en el proceso de paz de Irlanda del Norte.
