Un criador de aves acusa a la vecina de arriba de matar a palos un palomo
Un criador de palomos de competición de Coslada, Juan A. E., de 44 años, ha denunciado a una vecina por la muerte a escobazos de un ejemplar propiedad de su hijo de 10 años. Los hechos, según la denuncia, ocurrieron el pasado sábado cuando el palomo, de tonalidades azules, salió de la jaula en la que habitaba, situada en la terraza del inmueble de Juan, un quinto piso.El ave, valorada en unas 125.000 pesetas, voló libre hasta el piso superior. "De allí vi caer muerto al palomo", comentó ayer. el dolorido colombicultor, quien tras la fatídica visión recogió el cadáver del animal y con él enfriándose en las manos acudió corriendo a la Policía Municipal de Coslada a presentar una denuncia.
Un cabo y un agente le tomaron declaración al afectado criador con el cuerpo presente.
Para Juan, la culpable de ese amargo trago fue María, su vecina de arriba. El supuesto motivo de la agresión, siempre según la versión presentada ante la policía, residiría en las molestias ocasionadas por el ruido y las defecaciones de los pájaros que Juan deja a menudo volar libres. Ya en julio pasado la citada vecina denunció al criador ante la Policía Local de Coslada (79.000 ha bitantes). Restos de cagarrutas Los agentes inspeccionaron la vivienda de María y descubrieron restos de cagarrutas. Dieron parte al servicio de sanidad municipal, que, sin embargo, no consideró que entrañasen peligro para la salud. Juan poseía entonces, según los informes municipales, una jaula con 14 palomos -que soltaba con frecuencia-, otra con tres perdices y una más con jilgueros y aves diversas.
La acusada ha negado ante los agentes cualquier relación con la muerte del animal. "Es su palabra contra la mía", asegura la policía que ha llegado a decir. Este periódico trató ayer sin éxito de recabar su versión.
El palomo deportivo muerto el sábado estaba anillado y censado en la Federación Española de Colombicultura. Estas aves son de gran tamaño y se crían para competiciones.
El hecho denunciado abre la posibilidad de una sanción administrativa por parte del Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) contra el supuesto agresor, según la información que poseen los agentes locales.
Además, quitar la vida a un animal de este tipo está sancionado por la Ley de Caza y, penalmente, puede ser considerado como una falta contra la propiedad.
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