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De la Rosa ayudó a Berlusconi a controlar Tele 5 mediante un acuerdo secreto entre ambos

Javier de la Rosa actuó como pantalla de Silvio Berlusconi, al aparecer como propietario de un 25% del capital de Tele 5, cuando en realidad había alcanzado un pacto irreversible con el magnate italiano para la venta de esas acciones. El acuerdo permitió a Berlusconi asegurarse el control futuro del 50% de la cadena -el 25% de De la Rosa más el 25% que ya poseía- respetando formalmente el límite legal para los socios extranjeros, establecido en un 25%. De la Rosa aportó este paquete a Grand Tibidabo, pero sobrevalorado en 1.800 millones de pesetas respecto al precio pactado con Berlusconi.

Cuando Javier de la Rosa creó Grand Tibidabo, en abril de 1992, dijo a los 9.000 pequeños accionistas de la sociedad que el 25% de la cadena privada Geste visión Tele 5 valía 7.300 millones de pesetas. Sin embargo, tres meses antes, De la Rosa había firmado un pacto irreversible para vender en fecha fija ese paquete a sociedades controladas por el magnate italiano Silvio Berlusconi por un precio máximo aproximado de 5.500 millones de pesetas, según han asegurado fuentes conocedoras del desarrollo de la operación. El precio pactado representaba 1.800 millones menos de lo declarado en la fusión entre CNL y SA Tibidabo que dio origen a la actual Grand Tibidabo. De la Rosa tampoco informó a los 9.000 pequeños accionistas de que esas acciones estaban comprometidas con un tercero. Este asunto lo están investigando el juez y los fiscales del caso De la Rosa en relación con la fusión que dio origen a Grand Tibidabo. El pacto entre De la Rosa y Berlusconi, desconocido hasta ahora, se formalizó a principios de 1992 y su vigencia se prolongaba hasta mediados de 1993, aunque su ejecución fue adelantada y se produjo en diciembre de 1992. Paradójicamente, Grand Tibidabo declaró haber ganado 1.300 millones de pesetas en la venta.

Hasta la entrada de De la Rosa, el capital de Tele 5 estaba en manos de Berlusconi, con el 25%; la empresa editora Anaya, también con un 25%, y la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), con otro 25%, y empresarios próximos a ésta poseían el 15% restante.

Javier de la Rosa adquirió en 1990 el 25% de Tele 5 por un precio final de 4.500 millones de pesetas, para lo que contó con financiación del Banco de Santander y La Caixa. Según fuentes conocedoras del proceso, la entrada del financiero en la sociedad de televisión se produjo a instancias del presidente de la emisora y por aquel entonces director general de la ONCE, Miguel Durán, que buscaba un comprador para el 25% propiedad de Anaya, socio inicial que abandonó la cadena tras duros enfrentamientos con los otros socios.

Durán alcanzó un acuerdo con De la Rosa para que éste comprara las acciones y cubriera el hueco dejado por Anaya. Pocos meses después, las relaciones entre De la Rosa y Silvio Berlusconi se estrecharon hasta convertirse en una alianza. Las personas que actuaron como puente en esa relación fueron Alfredo Fraile, relaciones públicas de De la Rosa y de Berlusconi en España, y Alfons Maristany, cuñado del financiero español.

Como resultado de esas relaciones, ambos Financieros materializaron a principios de 1992 -es decir, tres meses antes de la fusión de CNL y Tibidabo- el mencionado pacto de venta. Una parte sustancial del precio acordado pudo incluso ser utilizada antes de la materialización de la operación de venta a través de un complejo mecanismo de financiación exterior, según las mismas fuentes.

Cuando, finalmente, se ejecutó el acuerdo de venta, a finales de 1992, apareció como comprador final el grupo alemán Kirsch, con lo que aparentemente no se rebasaba el límite establecido por la legislación española. A pesar de ello, actualmente el propio Berlusconi reconoce que controla más del 80% de Tele 5, lo que contraviene las ordenanzas vigentes.

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