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Los vinos más vigilados

Vicente G. Olaya

El Extremeño es un bar de Alcobendas (84.000 habitantes) situado en el cruce de las calles de Lugo y de Málaga, en el barrio de La Zaporra. Hace ocho meses, sus clientes se convirtieron en las personas más vigiladas del municipio. Tres cámaras de televisión, colocadas a diez metros de altura, apuntan directamente a la puerta del local. Sus imágenes reciben en las dependencias de la Policía Municipal.Antonio Guirado, responsable municipal de la Oficina de Atención al Ciudadano, explicó ayer que la instalación de las cámaras fue pedida por los vecinos de la zona. "Se colocaron simplemente para reforzar el trabajo policial. En esa parte del municipio existen algunos puntos de venta de droga".

Sin embargo, la presencia de las cámaras de televisión no impidió que ayer mismo algunos camellos comerciasen con droga a las puertas del bar sin importarles ser vigilados.

Juan, el dueño del establecimiento, se siente molesto por la vigilancia: "Los camellos nunca comercian en el bar porque se lo impediríamos. Los traficantes, en todo caso, trapichean en el parque de enfrente. No sé qué miran las cámaras: ¿los pinchos de tortilla?".

El dueño de El Extremeño añade: "Desconozco en qué ley se ampara el Ayuntamiento para instalar tres cámaras enfocando directamente a mi negocio. Hay gente que ha dejado de venir por aquí porque se siente observada".

El Partido Popular de Alcobendas también se muestra contrario al método seguido para instalar las cámaras. El PP recuerda que el equipo de gobierno municipal (socialista) las ha colocado sin consultar a la Junta Local de Seguridad y sin informar al pleno.

El PP califica además al delegado de gobierno, Arsenio Lope Huerta, de "sectario en el ejercicio de su cargo". El edil del PP Juan Carlos Jiménez lo explica: "El delegado obstaculiza la labor de ÁIvarez del Manzano en Madrid y, en cambio, no hace nada en el caso de Alcobendas. Este político socialista [Lope Huerta] se muestra contrario a la propuesta de Álvarez del Manzano, pero no se manifiesta respecto a la actitud de José Caballero [alcalde de Alcobendas]. ¿Es que acaso Alcobendas no es parte de Madrid?".

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Por su parte, la portavoz municipal de IU, Caridad García, solicitó también la retirada de las cámaras, y declaró que la vigilancia únicamente podría ser aceptada si sirviera para prevenir la delincuencia. "Sin embargo, se ha demostrado que su utilidad es escasa, ya que los camellos, cuando se sienten observados, no actúan y se trasladan a otra parte", manifestó.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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