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GUERRA EN LOS BALCANES

Tráfico de armas por tierra, mar y aire

El final de hecho del embargo no representa una solución mágica para la Armija bosnia, de mayoría musulmana, que necesitaría el equivalente a cinco divisiones mecanizadas del Ejército de EE UU para revertir la marcha de la guerra, según un informe de la CIA. Dos ejemplos del balance de poder en Bosnia-Herzegovina: 40 carros de combates musulmanes, 75 croatas y 330 serbios; ningún avión croata o musulmán. por 40 serbios.Ese brutal desequilibrio ha marcado el curso de toda la guerra. Los serbios bosnios se hicieron en pocos meses con el 70% del territorio; instalaron defensas estáticas y establecieron cercos medievales sobre Srebrenica, Zepa, Gorazde, Maglaj y Sarajevo, renunciando a su captura para no tener que alimentar a sus miles de habitantes, que. quedaron a merced del socorro humanitario internacional.

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Los musulmanes, que improvisaron un Ejército tras el conflicto con los croatas, en abril de 1993, se nutrieron de los depósitos y fábricas de armas creados por Tito para reforzar su singular concepto de defensa partisana. En Tuzla, Zenica, Mostar o Bihac se han estado fabricando con métodos artesanales miles, de granadas de mortero. En Stari Vitez, musulmanes y croatas pelearon fieramente durante 10 meses por el control de una fábrica subterránea.

La paz croata-musulmana, lograda en marzo de este año bajo el impulso diplomático norteamericano, no sólo sirvió para cerrar un flanco peligroso para la Armija, sino que abrió además, de par en par, las rutas terrestres para el abastecimiento de armas. Estas adquisiciones masivas de material, pese al embargo existente, son las que han impulsado la ofensiva de Kupres.

Fuentes de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas en Zagreb admiten, en voz baja, que aviones norteamericanos han arrojado en paracaídas desde agosto grandes cantidades de armas sobre el enclave de Bihac, logrando así un espectacular rearme del V Cuerpo de la Armija que en pocas semanas derrotó al rebelde Fikret Abdic, que dominaba el norte del enclave, rechazó la ofensiva serbio bosnia desde Grabez y lanzó la suya, que desde hace 12 días le ha permitido dominar 250 kilómetros de terreno.

Bosnia-Herzegovina está repleta de pequeños aeródromos, como el de Cazin, en Bihac, donde diminutos aviones han mantenido un flujo de armas ligeras. En Nova Bila, una recta de la carretera está marcada de pintura roja: son balizas de una pista de aterrizaje.

La escasez de armas ha potenciado los mercados negros y enriquecido a gobernantes. Se han producido situaciones tan esperpénticas como que los croatas de Maglaj apoyasen a los serbios, mientras que otros serbios vendían armas a la Armija en Mostar para mantener su guerra con los croatas.

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