"Me interesa combinar tipos de música distintos"
Estamos en el año del saxo. Miles Davis grabó en 1981 un álbum histórico, The man with the horn. Aquellas seis piezas instrumentales descubrieron a un saxofonista extraordinario, otro hombre que sopla con la sensibilidad más universal: Bill Evans, a quien no hay que confundir con el glorioso pianista homónimo que murió hace 14 años. Se celebra el centenario de la muerte del belga Adolphe Sax, el inventor del saxo, tiempo idóneo para el nuevo álbum de Evans, Push, un paso hacia adelante de la música contemporánea, donde se conjugan soul, rap y rhythm and blues bajo las esencias del jazz y del pop más directo. Por eso intervienen vocalistas tan dispares como el sureño Bruce Horsnby o el rapero K. C. Flyte.Pregunta. Quizá los más ortodoxos le echen en cara este acercamiento al pop.
Respuesta. No hago un disco pensando en qué tipo de audiencia va a escucharlo. Escribo la música que siento, la que me sale por inspiración espontánea. Nunca me planteo qué va a pasar con mi música, y si ésta alcanza a más gente, pues fantástico. Soy un entusiasta de los sonidos contemporáneos, estoy muy abierto a las corrientes diferentes del pop, a ciertas formas de rap muy actual. Me inspira muchísimo combinar tipos de música diferentes y la verdad es que ha sido algo muy natural hacer un disco así en este momento de mi carrera. Push no es un álbum para un público concreto de jazz-fusión o de rap-jazz, sino que gente muy diversa puede disfrutarlo.
P. ¿La línea que separa el jazz del pop se está haciendo cada vez más estrecha?
R. Sí, y eso es muy bueno, porque cada vez habrá más gente del pop que escuche jazz, y viceversa, e incluso los propios músicos mezclarán y colaborarán en uno y otro estilo sin prejuicios. Así se evoluciona y se amplía el horizonte de los mundos infinitos de la música.
Estamos ya cerca del año 2000 y toda combinación que sale tan espontánea del pop y del jazz es una de las mejores salidas que tiene la música.
P. Desde joven ha tocado noches y noches con jazzeros de la talla de Miles Davis, Art Blakey o Thad Jones. ¿Cómo fue su relación con Miles?
R. La de un buen amigo. Mira; yo le recomendé Marcus Miller, porque Miles respetaba siempre mi criterio sobre los músicos e incluso me dejó proponer con qué otros músicos quería tocar en su proyecto y yo le hablé de guitarristas como John Scoffield o Mike Stern. Me encantaba relacionarme así con él, siempre en un nivel personal, cosa no muy normal en este negocio. Entre nosotros existía por encima de todo la persona, el amigo. Lo mismo que me sigue pasando con Herbie Hancock o John McLaughlin, que además de buenos músicos son muy buenos colegas.
P. Los productores de su álbum son Michael Colina y Ray Bardani, dos expertos en grabaciones de jazz pop para Al Jarreau, Michael Franks, David Sanborn o Michael Johnson. ¿Cómo fue esta colaboración?
R. Desde el principio me planteé con qué productores y con qué clase de músicos debería trabajar que se ajustasen al estilo de las composiciones. Colina y Bardani tienen un historial impresionante, y como lo mío es componer y tocar, porque no soy muy bueno a la hora de plasmar en la grabación cuanto hay de arte en mi trabajo, pues les expuse mis ideas, las desarrollamos juntos y nos consultamos en todo momento los pros y los contras, y ahí está el resultado.
P. Usted comenzó tocando el plano y ahora ha interpretado teclados varios. ¿Por qué no ha empleado al propio Colina o al arreglista de los temas, Clifford Carter, grandes teclistas ambos?
R. Compongo en los teclados y era mas fácil y rápido interpretarlos en el estudio. Lo importante siempre es el producto final, saber qué sonidos convienen mas a la canción en cada momento y cuáles son más sencillos de llevar a cabo. La *cosa es que se trabajó con muy buen rollo y cuando a alguien se le ocurría algo, "venga, a por ello". Nos divertimos mucho en la grabación y todo se transmite automáticamente al oyente.
P. El virginiano Bruce Hornsby canta en Is only in your dreams y en A simple life. ¿Cómo contactó con él?
R. Lo conocí en la ceremonia de los Grammy en 1990. Él estaba tocando con Don Henley (Eagles), con el que había colaborado en un par de piezas de su álbum The end of the innocence. Se mostró muy interesado en el jazz y quedamos en que algún día trabajaríamos juntos. Estuvo tanto tiempo en la carretera que no llegaba el momento de la colaboración. Por fin, durante la grabación de Push coincidió que Bruce tenía un par de semanas libres y me puse contentísimo porque es un monstruo cantando y tocando. Es un artista abierto, como lo prueba ese último disco suyo que ha grabado con grandes como Chick Corea o Pat Metheny.
P. Usted también toca en el disco de la cantante israelí Noa, producido por Pat Metheny y Steve Rodby. ¿Qué le pareció?
R. Salió muy bien. Conozco a Pat y Steve desde que era un chaval y me llamaron para colaborar. Ella canta de un modo especial, es maravillosa.
P. ¿Cuál es su saxofonista favorito?
R. Me encanta Jan Garbarek, John Henderson... . pero no tengo ningún favorito en el sentido de creer que es el mejor de todos los tiempos. Hay tantos maestros que aportan su toque personal, su destreza, su swing y encanto que sería injusto olvidar cada momento que han dado a la música.
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