Israel transferirá a los palestinos este mes poderes civiles en Cisjordania

Aviv La reunión celebrada ayer entre el primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, no sólo se desarrolló en un "clima excelente", según Arafat, sino que fue muy fructífero. Israel aceptó, entre otros, transferir de aquí a fin de mes a la Autoridad Palestina el turismo, los transportes, la educación y la salud de la Cisjordania ocupada.

La entrevista, celebrada a la entrada de la banda autónoma de Gaza, ha revelado, al menos aparentemente, que las relaciones personales entre los dos dirigentes han mejorado. Ahora son más distendidas que en el pasado. Según los colaboradores de Arafat, Rabin ha comprendido que no puede comportarse ante el presidente de la Autoridad Palestina, como el "maestro impaciente que da lecciones al alumno ignorante".

Los resultados concretos de la cumbre de ayer son, además de la transferencia de poderes civiles, el acuerdo para que otros 10.000 palestinos puedan trabajar en Israel y el compromiso para que en un plazo de dos semanas comiencen las negociaciones sobre las futuras elecciones palestinas, el repliegue de las fuerzas de seguridad israelíes en los núcleos más poblados de Cisjordania y la seguridad relacionada con ese repliegue.

Terrorismo islámico

Fue muy significativo que ni Rabin ni Arafat dijeran una sola palabra a los periodistas sobre la lucha contra el terrorismo islámico, aunque la presencia de agentes palestinos junto a los israelíes revelaba que la amenaza de Hamás y Yihad Islámica no fue dejada de lado. Lo que parece claro es que Rabin ha optado por echar una mano a Yasir Arafat que atraviesa sus días más bajos de popularidad, después de que fuese abucheado y obligado a abandonar la gran mezquita de Gaza, donde se celebraban los funerales por Hani Abed, líder de la Yihad islámica muerto la semana pasada, por una bomba colocada en su coche, muy posiblemente por los servicios secretos israelíes.Para destacar la necesidad urgente de un cambio en las relaciones israelo-palestinas, Nabil Shaat, jefe del equipo negociador palestino, pinta una oscura panorámica de la situación en una entrevista aparecida ayer en el diario Yediot Aharonot. "Hasta aquí he sido más optimista pero comienzo a desesperarme", declaró. Apoyó este sentimiento en que aún continúan en las cárceles israelíes 6.000 detenidos palestinos y en que el cierre, ahora parcial, de Gaza supone un castigo "colectivo, tan cruel como estúpido, porque priva a millares de familia palestinas de su sustento e inclina a numerosos jóvenes hacia las filas de los adversarios islamistas".

Por otra parte, soldados israelíes dieron muerte ayer a Majmud Galeb Hamayel, de 30 años, en la aldea de Jaba, de la Cisjordania ocupada, al abrir fuego contra un grupo de palestinos que les tiraron piedras.